El consumo de bebidas azucaradas es un factor importante de la epidemiología de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, particularmente en los países en desarrollo. Cada año en todo el mundo, 2,2 millones de nuevos casos de diabetes tipo 2 y 1,2 millones de nuevos casos de enfermedades cardiovasculares están relacionados con estas bebidas, cuantifica un estudio de la Universidad de Tufts (Massachusetts). En los países de ingresos bajos y medios, las comunidades “a menudo están menos preparados para hacer frente a las consecuencias para la salud a largo plazo”, dice Dariush Mozaffarian, autor principal del estudio y director del Instituto Food is Medicine de la Universidad de Tufts.
Según el estudio publicado en Medicina de la naturaleza, Las bebidas azucaradas contribuyen a más del 21% de los nuevos casos de diabetes en el África subsahariana y casi el 24% en América Latina y el Caribe. En estos últimos territorios, el consumo de refrescos y otros se asocia con más del 11% de los nuevos casos de enfermedades cardiovasculares.
Se señala que Colombia, México y Sudáfrica son países particularmente afectados. El consumo de bebidas azucaradas es responsable de más del 48% de los nuevos casos de diabetes en Colombia y casi un tercio en México. En Sudáfrica, el 27,6% de los nuevos casos de diabetes y el 14,6% de las enfermedades cardiovasculares son atribuibles al consumo de bebidas azucaradas.
La fiscalidad, una medida eficaz
Los autores piden intervenciones urgentes: campañas de salud pública, regulaciones publicitarias e impuestos a las bebidas azucaradas. Esta última palanca es elogiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera la medida eficaz en la lucha contra las enfermedades no transmisibles. En un informe de 2023 (basado en datos de 2022), la organización de la ONU enumera 108 países donde se ha introducido algún tipo de impuesto, pero el 46% de ellos incluye agua embotellada sin azúcar en su lista de bebidas sujetas a impuestos. .
En Francia, se introdujo un impuesto a los refrescos en 2012, pero un informe de la OMS publicado en 2022 deploraba que sólo el 19% de los 53 países de la región europea de la agencia hubieran adoptado este tipo de medidas. “La fiscalidad es una política rentable que puede mejorar la salud a nivel nacional”explicó el Dr. Kremlin Wickramasinghe, jefe interino de la Oficina Europea de la OMS para la Prevención y el Control de Enfermedades No Transmisibles.