TRIBUNA – Historia. Por primera vez, todas las asociaciones y festivales certificados de espectáculos en vivo han firmado una declaración denunciando los drásticos recortes realizados en todo el sector cultural, que amenazan la existencia misma de los artistas.
Publicado el 18 de diciembre de 2024 a las 17:00 horas.
Actualizado el 18 de diciembre de 2024 a las 6:15 p.m.
“Nuestro país atraviesa hoy una crisis política y presupuestaria sin precedentes.
Para hacer frente a esto, las autoridades públicas (estatales y locales) han emprendido una política de reducción del gasto público que ahora está afectando violentamente al sector de las artes y la cultura.
Nosotros, redes de estructuras que trabajan para el servicio público y las misiones de interés general, no pretendemos que el sector cultural deba escapar al esfuerzo colectivo.
Pero queremos recordar aquí que ya no es necesario demostrar la contribución decisiva del sector cultural a la dinámica social y económica de nuestro país. Artistas, compañías, conjuntos, óperas, orquestas, teatros, salas de espectáculos y conciertos, circos, festivales, etc., son hoy elementos esenciales de la vitalidad de los territorios. La densa red de establecimientos e iniciativas culturales, pacientemente construida a lo largo de décadas de políticas públicas a favor de las artes y la cultura, constituye hoy una dimensión fundamental de nuestra historia y nuestra identidad.
Dejar que se deconstruya y se desperdicie en nombre del ahorro a corto plazo corre el riesgo de poner en grave peligro nuestro futuro común.
Las artes escénicas públicas no están reservadas a la cómoda privacidad de una élite culta. Por el contrario, todo el esfuerzo de las políticas públicas de las que somos actores consiste precisamente en ampliar cada vez más el acceso de nuestros conciudadanos a la cultura, ya sea proponiendo precios que no excluyan a ninguna categoría de público, ya sea acercando la población. acercar la oferta cultural a quienes, por razones sociales o geográficas, se encuentran alejados de ella. El trabajo paciente y riguroso que llevamos a cabo en los territorios donde operamos, en los teatros o en los espacios públicos, tiene como objetivo siempre compartir lo más ampliamente posible tanto las innovaciones de la creación contemporánea como las musicales, teatrales, literarias, coreográficas, circenses…, de nuestro país.
El mantenimiento decidido de una cultura viva es parte de una verdadera ecología de la mente, esencial para la invención de futuros deseables. Como parte de nuestras misiones de servicio público, participamos en la emancipación de los ciudadanos y en el mantenimiento de la cohesión social de los territorios. En una época marcada como la nuestra por desafíos sin precedentes, se trata de una verdadera inversión de futuro, en la que resulta particularmente peligroso querer ahorrar.
Por eso nos parece fundamental, incluso en la crisis que atraviesa actualmente nuestro país, que se preserve el precioso ecosistema de la cultura viva.
Su historia, su riqueza, su diversidad, su compromiso decidido y cívico, constituyen puntos de referencia y factores de estabilidad, aunque hayamos entrado en tiempos especialmente convulsos.
Los drásticos recortes previstos por algunas autoridades locales, sumados a los 200 millones de ahorro impuestos por el Estado al sector creativo en 2024, y aunque las mayores incertidumbres pesan sobre el presupuesto de 2025, están debilitando gravemente un sector ya muy afectado por la crisis sucesivas de los últimos años.
El debilitamiento del principio de cofinanciación de las autoridades locales y del Estado pone en duda la coherencia de las políticas públicas en materia de cultura, hasta ahora definidas por una ambición artística, cultural y social común.
Nos alarma que en muchos lugares el remedio termine siendo mucho peor que la enfermedad que dice tratar.
Por primera vez en varias décadas, la capacidad misma de nuestras organizaciones, ya sean encargadas de la creación o de la distribución, para apoyar cualquier proyecto artístico y cultural en los campos de la danza, el teatro y la música instrumental y lírica, la música contemporánea y el circo. , títeres y artes callejeras.
Por primera vez en varias décadas, lo que se cuestiona fundamentalmente es la capacidad de llevar a cabo nuestras misiones de servicio público.
Las consecuencias de los primeros anuncios no se hicieron esperar: lo que está en juego es la existencia misma de artistas y equipos artísticos, así como una parte importante del dinamismo económico de los territorios. »
Firmantes
ACCN – Asociación de Centros Coreográficos Nacionales
A-CDCN – Asociación de Centros Nacionales de Desarrollo Coreográfico
ACDN – Asociación de Centros Dramáticos Nacionales
A-Cnarep – Asociación de centros nacionales de artes de calle y espacio público
aCNCM – Asociación de Centros Nacionales de Creación Musical
AFO – Asociación Francesa de Orquestas
ASN – Asociación de Etapas Nacionales
Fedelima – Federación de espacios de música contemporánea
Festivales de Francia
Latitude Marionnette – Asociación de Centros Nacionales de Títeres
ROF – Encuentro de óperas francesas
Territorios circenses
En un discurso que sigue siendo célebre, pronunciado el 11 de noviembre de 1848 ante la representación nacional, Víctor Hugo ya advertía contra la tentación de economizar en las artes y las letras:
“Nadie más que yo, señores, está imbuido de la necesidad, la urgente necesidad, de reducir el presupuesto; Sólo que, en mi opinión, el remedio para el problema de nuestras finanzas no está en unas pocas economías débiles y cuestionables. Los recortes propuestos al presupuesto especial para la ciencia, la literatura y las artes son doblemente malos: son insignificantes desde el punto de vista financiero y perjudiciales desde todos los demás puntos de vista. ¿Qué pensarían, señores, de un individuo que tuviera 1.500 francos? de ingresos, ¿quién dedicaría cada año a su cultura intelectual a través de las ciencias, las letras y las artes una suma muy modesta, cinco francos, y quién, en un día de reforma, querría ahorrar seis sueldos en su inteligencia? Esta, señores, es la medida exacta de la economía propuesta. Bueno, lo que no aconsejarías a un individuo, al último de los habitantes de un país civilizado, ¿podemos aconsejarlo a Francia? »