China calificó el martes de “absurdas” las recientes acusaciones de que un empresario chino utilizó sus vínculos con el príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III, para espiar en beneficio de Beijing.
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La semana pasada surgieron varios informes de prensa en el Reino Unido sobre la relación del príncipe Andrés con este hombre llamado Yang Tengbo, a quien ahora se le prohíbe ingresar a ese país.
Preguntado sobre el tema durante una visita a Noruega, el primer ministro británico, Keir Starmer, afirmó el lunes que el Reino Unido está “preocupado por el desafío planteado por China”, al tiempo que defendió un “diálogo” con Pekín.
“Las acusaciones de supuesto espionaje chino son absurdas”, reaccionó el martes un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lin Jian, durante una rueda de prensa habitual, añadiendo que unas relaciones sólidas con Londres “van en el interés común de los dos países”. .
“Esperamos que la parte británica trabaje con China para acumular más factores positivos y resaltar la esencia de la cooperación, el beneficio mutuo y las ganancias compartidas entre los dos países”, añadió.
Yang Tengbo afirmó en un comunicado publicado el lunes que no había “hecho nada malo o ilegal” y que era “víctima” del clima político, en referencia a la creciente sospecha de los políticos occidentales, en particular los británicos, hacia China.
El lunes, el primer ministro británico aclaró que el enfoque del Reino Unido hacia China era “cooperar donde necesitamos cooperar, incluyendo, por ejemplo, en cuestiones como el cambio climático”, y “cuestionar cuándo debemos hacerlo, particularmente en materia de derechos humanos”.
