El zellige marroquí, un arte ancestral del mosaico cerámico, se ha convertido en objeto de una intensa guerra comercial entre los gigantes mundiales de equipamiento deportivo Nike y Adidas. Este conflicto pone de relieve no sólo las complejidades de la propiedad cultural, sino también las estrategias globales de las marcas que buscan capitalizar el patrimonio regional para atraer a una clientela cada vez más diversa y exigente.
Todo empezó hace dos años, cuando Adidas, la marca alemana célebre por sus innovaciones en el mundo del deporte, provocó una acalorada polémica al presentar una colección de camisetas destinadas a la selección argelina. Estas camisetas presentaban patrones de zellige, un arte tradicional marroquí, adornados con azulejos coloridos y geométricos característicos de esta artesanía. La iniciativa de Adidas suscitó inmediatamente la indignación de muchos marroquíes, orgullosos guardianes de este valioso patrimonio.
En respuesta a la controversia, Adidas emitió una disculpa pública, reconociendo implícitamente su error. Luego, la marca retiró las camisetas incriminadas de sus tiendas en todo el mundo, enfatizando su respeto por la cultura y las tradiciones marroquíes. Este gesto de retractación fue visto por muchos como un reconocimiento tácito de la singularidad del zellige marroquí, pero también dejó espacio para una oportunidad para otros actores económicos.
Nike, el principal competidor de Adidas, parece haber aprovechado esta oportunidad con una habilidad digna de los más grandes estrategas comerciales. La marca americana lanzó recientemente las Nike Jordan Air Ship SP, unas zapatillas que rinden homenaje a las zellige marroquíes. En su sitio web, Nike especifica que esta zapatilla está decorada con “azulejos decorativos, inspirados en los tradicionales zellige, hechos a mano en Marruecos”. A través de esta iniciativa, Nike no sólo busca evitar los errores de su rival, sino también alinearse con el respeto por las culturas y tradiciones locales, al tiempo que celebra la riqueza de la artesanía marroquí.
Zellige, que se remonta a las dinastías medievales marroquíes, es un arte cerámico distintivo, caracterizado por sus diminutos patrones geométricos y colores vibrantes. Se utiliza tradicionalmente para embellecer palacios, mezquitas, fuentes y casas marroquíes, lo que demuestra el genio artístico y el rigor de los artesanos involucrados. Su fabricación, un proceso largo y complejo, requiere una destreza y una experiencia excepcionales que pocas regiones pueden presumir de poseer.
La comercialización de productos inspirados en los zellige por parte de estos dos gigantes del equipamiento deportivo ha reavivado el debate sobre los bienes culturales y el respeto de las tradiciones locales. Marruecos, país de origen de este arte, se encuentra así en el centro de los debates sobre los derechos culturales y la explotación comercial de su patrimonio artístico. Los expertos en patrimonio dicen que es esencial que estas empresas reconozcan y respeten los orígenes culturales de los patrones y diseños que utilizan, contribuyendo potencialmente a la preservación y mejora de estas tradiciones.
Las cuestiones de propiedad intelectual y cultural son cada vez más apremiantes; este conflicto entre Nike y Adidas bien podría ser el preludio de una serie de revisiones de las estrategias de marketing de las grandes marcas. Parece seguro que estas empresas, en busca de beneficios e innovación, tienen en cuenta las sensibilidades culturales de las regiones en las que se inspiran.
