“Podríamos haberlo hecho sin él, eso es seguro”. Paul Langeois, codirector del festival Beauregard, no se muestra más entusiasmado ante la idea de ver la segunda vuelta de las elecciones legislativas, el domingo 7 de julio, último día del festival. Pero esta convivencia tampoco le asusta demasiado. Beauregard vivió otros acontecimientos populares al mismo tiempo. “Hemos vivido partidos con la selección francesa de fútbol y quizás este año vuelva a ser así”observa el programador. “Pero aquí es más sencillo: si Francia gana, todos están contentos, si pierde, todos se decepcionan y la fiesta continúa”. Las contiendas políticas, por otra parte, son más divisivas. “Seguramente habrá personas que quedarán satisfechas y otras que quedarán decepcionadas. Pero estoy seguro de que la música y el buen humor unirán a todos”.
La puntualidad necesaria para el buen desarrollo de la programación indica que a la hora de las estimaciones, el domingo a las 20 horas, “Es el grupo L’Impératrice el que subirá al escenario. Por suerte para ellos, en ese momento tocarán su última canción. Habría sido más complicado si la información hubiera caído al principio o a mitad del set, porque seguro que va a dar que hablar”.
En cuanto al impacto de las elecciones en la asistencia, tampoco hay que preocuparse. “Confiamos en que la gente se organizará y conciliará ir al colegio electoral y venir a Beauregard”. Los empleados y voluntarios del festival también anticiparon este doble plazo: “Quienes lo deseen encontrarán un momento para ir a votar. Para los demás, hemos circulado información sobre los trámites necesarios para solicitar un poder”.
