Este jueves por la mañana de octubre, en el campus recientemente renovado de la escuela de ingeniería IMT Nord Europe, en Douai (Norte), una veintena de estudiantes se reunieron para un curso de electricidad. Al pie del pequeño anfiteatro, Gabriel Morin, de 21 años, se ofreció como voluntario para realizar cálculos sobre un circuito eléctrico dibujado en el tablero.
En completa relajación, con una mano en el bolsillo, hace malabarismos con la ley de los nudos, la ley de las mallas y los números complejos, para responder sin dificultad a las preguntas del profesor. “Sí, la corriente en el condensador está por delante del voltaje de la red. » En los pasillos, sus compañeros intentan seguirlo, calculadora científica en mano. El observador que pasa no entiende mucho sobre este curso de ciencia fundamental…
Hace apenas unas semanas, Gabriel y los demás estudiantes presentes no se sentían tan cómodos con todos los conceptos tratados hoy. Este curso, como todos los impartidos como parte del El “programa de integración de aprendizaje de ingenieros (“πA”)” de IMT Nord Europe tiene como objetivo precisamente dar (o devolver) a todos bases científicas fundamentales sólidas para continuar en el curso de aprendizaje del establecimiento.
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Creada en 2022, esta formación de un año de duración está destinada a jóvenes que no tenían como objetivo no haber estudiado inicialmente ingeniería, o cuyo nivel fuera insuficiente para acceder a ella. A medio camino entre una preparación integrada y una clase preparatoria de “adaptación de técnico superior” (ATS, clase preparatoria para las grandes écoles [CPGE] en un año accesible después de un BTS o un DUT), forma parte de una fuerte tendencia hacia la diversificación de la contratación en las escuelas de ingeniería en los últimos años para satisfacer la demanda empresarial.
“Encontrar nuevos caldos de cultivo”
A principios de octubre, durante su rueda de prensa de vuelta al cole, la Conferencia de Directores de Escuelas de Ingeniería francesas recordó la necesidad de formar 15.000 ingenieros más al año para responder a las necesidades del mercado. Al expresar su preocupación por el número insuficiente de candidatos, abogó también por el desarrollo de la formación de aprendices en este tipo de establecimientos.
“Todo el mundo coincide hoy en que la sociedad necesita más ingenieros para desarrollar su proyecto industrial y tecnológico. Y las escuelas son capaces de formar a muchos más”observa Alain Schmitt, director de IMT Nord Europe. Pero para cumplir esta ambición, según él, ahora deben demostrar innovación a “encontrar nuevos grupos de estudiantes”.
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