Escasez y costes que alcanzan nuevas cotas: en muchos lugares de Suiza el mercado inmobiliario es cada vez más difícil de mantener. Para el consejero nacional de Vaud, Raphaël Mahaim (Los Verdes), uno de los mecanismos responsables de este problema es la alineación de los alquileres con los del barrio o de la localidad. Este cálculo de los “alquileres habituales” “genera un fenómeno de sobrecalentamiento”, que conduce a un aumento constante de los precios, escribe en el texto de una moción presentada en el Parlamento. Por ello pide que ya no sea aplicable en tiempos de escasez, o que al menos se autorice a los cantones a dejarlo de lado en este caso.
Poco convencido, el Consejo Federal respondió recomendando el rechazo de esta moción, que sin embargo deberá presentarse ante el Consejo Nacional. “Los alquileres no son generalmente abusivos si, en particular, se encuentran dentro de los límites de los alquileres habituales en la localidad o el barrio”, recuerda, citando el código de obligaciones. Y si se aplicaran criterios diferentes en caso de escasez, “las normas para luchar contra los abusos se modificarían y complicarían”, cree.
El propio análisis del asesor nacional de Los Verdes es cuestionado por el Gobierno, que recuerda que existen “requisitos estrictos” en este ámbito. “Por lo tanto, podemos dudar de que este criterio impulse sistemáticamente el aumento de los alquileres; En determinadas circunstancias, un alquiler comparativo también puede mitigar el aumento de los alquileres”. Una iniciativa parlamentaria del vicepresidente de Zúrich, Hans Egloff, actualmente en manos de la comisión competente, debería corregir ya este mecanismo, hoy difícil de aplicar debido a la falta de transparencia en el sector, recuerda el Consejo Federal.
Ante la creciente escasez de viviendas, el gobierno cree más bien “que es más urgente tomar medidas a nivel de oferta que realizar cambios puntuales en el mecanismo de fijación de alquileres”. Y por citar un plan de acción actualmente en marcha con todas las partes interesadas para acelerar las nuevas construcciones en los cantones. Al mismo tiempo, Asloca lanzó una iniciativa popular para intentar frenar las subidas de alquileres.