Festival Mawazine 2024: Ramy Ayach se reencuentra con el público del escenario Nahda. Crédito: MAPA
En una atmósfera mágica, Ramy Ayach hizo vibrar al público de Rbati al ritmo de varias canciones. Ante un público atento, la compañía togolesa Nana Benz y el cantante franco-camerunés James BKS alzaron la voz
El artista libanés Ramy Ayach se reencontró el viernes por la tarde con el público del escenario Nahda, que acudió en masa para asistir a su concierto en el marco de la 19ª edición del Festival Mawazine – Rythmes du Monde.
En una atmósfera mágica, Ramy Ayach hizo vibrar al público de Rbati al ritmo de variadas canciones que marcaron su carrera artística y contribuyeron a su gran notoriedad.
Bajo los cálidos aplausos de un público ya conquistado, el artista libanés abrió el concierto con su canción Placa Qissatque acumula más de cien millones de visitas en YouTube, expresando su gran alegría por estar en Marruecos entre el maravilloso público del Festival Mawazine.
Lo que siguió fue una serie de las canciones más hermosas que hicieron exitoso a este carismático artista, como Khallini Maak, Yalla N’raks, Qalbi Mal, Bheb El Nas El Rayiqa, Tal El Sahar y Ya Msahar Ainy.
Además de su rico repertorio, interpretó brillantemente algunos clásicos de la canción oriental, llevando al público a un cautivador viaje musical a través de la época dorada de la música árabe, antes de concluir la velada con el estilo folklórico libanés (Dabke).
Ramy Ayach, cuyo nombre real es Ramy Abu Ayach, es uno de los cantantes libaneses más conocidos del panorama musical árabe. Cantante, autor, compositor e instrumentista, tiene en su haber varios álbumes de rotundo éxito.
Voces africanas comprometidas
Ante un público atento, la compañía togolesa Nana Benz y el cantante franco-camerunés James BKS alzaron sus voces, el viernes por la noche, en el escenario Bouregreg del festival Mawazine-Rythmes du monde, para sensibilizar sobre las diferentes causas africanas y difundir mensajes de igualdad, libertad, amor y unidad.
Enmarcada en la 19ª edición del Festival, esta velada musical, cargada de fusión, ofreció una mezcla perfecta entre danza y canto, para gran deleite de los espectadores, que acudieron en gran número para saborear la originalidad y el aspecto innovador de las actuaciones. garantizado por la diversidad de sonidos y ritmos.
Con instrumentos improvisados con materiales reciclados, la compañía Nana Benz abrió esta velada interpretando títulos de temática variada, que evocan la igualdad de género, el papel crucial de la mujer en la sociedad africana y la importancia de la preservación del medio ambiente.
Haciendo de la emancipación de las mujeres africanas una de sus principales causas, las cantantes del grupo Nana Benz despertaron la admiración del público de Bouregreg con la potencia de sus voces conmovedoras y la armonía de sus movimientos en el escenario.
Inspirándose en la música vudú tradicional mezclada con diferentes géneros como el blues, el funk y el jazz, Nana Benz permitió a los asistentes al festival descubrir su lucha africana a través del prisma del Digital Voodoo, que simboliza esta mezcla entre sonidos africanos y occidentales.
Dando un nuevo significado al panafricanismo, Nana Benz interpretó una sucesión de títulos con letras fuertes que incluyen Ser Libre, Libertad, entendí y Ago, con el objetivo de sensibilizar y hacer reflexionar a los espectadores sobre las causas humanas y ambientales del Continente.
Este colectivo con un particular groove afro no dudó en hacer pausas entre canciones para explicar y compartir mensajes importantes, haciendo de su actuación una mezcla única entre un concierto de música y una conferencia inspiradora.
Por su parte, el artista franco-camerunés James BKS continuó la velada presentando varias de sus conocidas canciones, invitando a los asistentes al festival a mostrar su identidad africana de forma clara y a aceptar plenamente sus diferencias culturales.
Al explorar su propia herencia a través de su música, James BKS ofreció una actuación magnífica, marcada por una fusión cultural de ritmos y coros tradicionales africanos, así como sonidos urbanos de vanguardia.
Invitándonos a superar prejuicios y trascender fronteras, la música del que también es autor, compositor y productor, resonó enormemente en la mente y el corazón de los espectadores por la precisión de sus palabras y su carácter visionario, uno de los cuales fue ejemplo notorio el título Nueva raza.
Mezclando influencias europeas, africanas y americanas, James BKS cantó en diferentes idiomas para transmitir mensajes únicos, con el objetivo de crear una sociedad africana unida frente a sus desafíos y capaz de transformar su presente para construir mejor el futuro.
