Cómo los festivales de fotografía potencian la imagen de los territorios

Cómo los festivales de fotografía potencian la imagen de los territorios
Cómo los festivales de fotografía potencian la imagen de los territorios
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Las fotografías de arte luchan por encontrar su lugar en nuestros hogares, pero atraen multitudes cuando se exhiben en la ciudad. Se esperan unos 145.000 visitantes este verano en Arlés, que comenzará su 55ª edición a principios de julio.mi edición de los Rencontres de la Photographie. El evento, que dura tres meses, se ha convertido en la referencia mundial del sector para los profesionales y amantes de la bella imagen. El año pasado, las entradas acumuladas de las cincuenta exposiciones presentadas en los lugares patrimoniales de la ciudad ascendieron a 1,5 millones de entradas y proporcionaron 42 millones de euros en beneficios directos e indirectos para la economía local. Una cifra que ha aumentado más del 50% en la última década.

Todos se benefician: hoteles, restaurantes, alquileres de temporada, empresas, agentes inmobiliarios… “Los precios por metro cuadrado se han disparado en los últimos tres años”, afirma uno de ellos. Lanzados por el fotógrafo Lucien Clergue y el escritor Michel Tournier con un puñado de voluntarios, los Rencontres han creado también una oferta cultural sin equivalente en una ciudad de provincias de estas dimensiones (50.000 habitantes), en particular con las fundaciones Luma y Van Gogh, editorial Actes. Sud, la Escuela Nacional de Fotografía o la de cine de animación Mopa.

Los trabajadores siderúrgicos en el punto de mira

Hay muchos contendientes que aspiran al mismo destino. En las últimas dos décadas, el número de festivales de fotografía ha aumentado con decenas de nuevas direcciones, desde La Gacilly Photo, en Morbihan, hasta Phot’Aubrac, a caballo entre Lozère, Aveyron y Cantal, pasando por Mesnographies, en Yvelines, o Les Images de Blanche. , en Amiens (Somme).

Algunos ofrecen temas sorprendentes. Como en Vichy (Allier), donde el establecimiento termal, clasificado monumento histórico, exhibe exclusivamente el arte del retrato. Este evento de verano, denominado “Retrato(s)”, atrajo el año pasado a 47.700 visitantes. O la curiosa Usimages, la bienal de fotografía industrial, cuya Vmi La edición propuesta por el servicio de acción cultural de la aglomeración Creil Sud Oise, en Hauts-de-France, presentó el año pasado el trabajo de una quincena de fotógrafos sobre el tema de la energía y la metalurgia.

Transformé el pueblo en una galería de arte.

Jacques Rocher, alcalde de La Gacilly

Además de los Rencontres d’Arles, otros éxitos inesperados inspiran a estos recién llegados, como el festival de Montier-en-Der, en Alto Marne, que se ha convertido en la referencia internacional de la fotografía de naturaleza. En sólo cuatro días, este pueblo de 2.000 almas cerca de Saint-Dizier atrae a más de 40.000 visitantes a un centenar de exposiciones. Los beneficios económicos son cuantiosos: cerca de 7 millones de euros, según un estudio de la Cámara de Comercio e Industria del departamento, que indica que cada asistente al festival gasta una media de 174 euros durante su estancia.

Revitalización

En La Gacilly, bastión de la familia Rocher, el campeón de la cosmética Jacques, uno de los hijos del industrial y alcalde durante tres mandatos, ha hecho de su festival fotográfico “un vector de cohesión territorial, de significado y de atractivo”. Lo creó en 2004, cuando la revitalización comercial en torno a las tiendas de artesanía rehabilitadas por el municipio en los años 1970 finalmente perdió fuerza. “La supervivencia del pueblo estaba en juego”, explica.

Inicialmente discretas, las exposiciones acabaron invadiendo las calles. “Transformé el pueblo en una galería de arte”, ríe el alcalde. Este año nos dirigimos concretamente a Australia con una veintena de exposiciones ambulatorias al aire libre de gran formato, con lienzos de hasta 80 m2 vistiendo las fachadas y jardines de la localidad.

La visita es gratuita, pero tiene un precio: 1 millón de euros para pagar logística, impresiones, comunicación y fotógrafos, una característica única en Francia. La familia Rocher aporta el 40% de su propio bolsillo. El saldo proviene de comunidades, mecenazgo local, ventas por catálogo y, recientemente, la transferencia de su licencia a Baden, Austria, que expone las obras presentadas en La Gacilly con un retraso de un año.

“Vale la pena”, afirma el alcalde, basándose en un estudio realizado por Protourisme. Entre junio y octubre, 300.000 personas se desplazan a esta localidad de 2.200 habitantes que cuenta con 1.250 espacios de restauración y alrededor de un centenar de comercios y artesanos. La empresa calcula los beneficios locales en 7 millones de euros (casi el doble del presupuesto municipal), además de un centenar de puestos de trabajo creados antes y después del festival.

El impacto en términos de imagen es tal que las comunidades ya no dudan en meterse la mano en el bolsillo para completar su financiación. En Perpiñán, el festival de fotoperiodismo Visa pour l’Image, que ha acogido a cerca de 5 millones de visitantes desde su creación en 1989, está financiado exclusivamente por las autoridades locales (región de Occitania, departamento, área urbana, ciudad, cámara de comercio) y cerca de 80 socios. empresas, esta última aportando 300.000 euros de un presupuesto de 1,5 millones. « Nous recevons le double de retombées économiques avec 200.000 visiteurs et des professionnels venus de plus de 50 pays où notre destination fait écho », témoigne Jean-François Leroy, président-fondateur de cet événement qui s’invite sur les murs des lieux de patrimoine de la ciudad.

Para los municipios organizadores, estas manifestaciones son también una oportunidad para liderar luchas ciudadanas. En Perpiñán, la organización lidera una campaña para educar a los niños en la lectura de imágenes. “Cada año se inician veinte mil personas”, explica el director del festival, Jean-Luc Soret. En Arles, Aurélie de Lanlay, directora adjunta de Rencontres, se centra en el aspecto de la integración. Emplea a 400 trabajadores temporeros, una cuarta parte de los cuales son objeto de un acuerdo con France Travail para apoyar su reincorporación al empleo en puestos de recepción, ventas y seguridad, con un sistema reforzado de formación y apoyo. “El setenta por ciento encuentra un contrato de trabajo al final de la temporada”, afirma con satisfacción.

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