Los chalecos amarillos están casi por todas partes: apoyados en las gradas, dispuestos en cortas columnas o sentados al pie de las pantallas. Como cada año, el miércoles de inauguración de la Feria del Libro y la Prensa Infantil, los niños de los centros de ocio copan sus pasillos. Yonis, de 11 años, tiene sus preferencias: “Lo que me gusta es Naruto. Es fácil de leer y tiene acción.“, proclama.
“La base en este trabajo es ser pasador.“
Muchos profesores también caminan por los pasillos de la Expo Montreuil de París, donde los sueños son el centro de atención en la 20.ª edición del evento. “Me pregunto acerca de volver a capacitarme como editor. Soy profesora CE1 desde hace cinco años en REP+, me encanta pero es agotador y me apasiona la literatura desde pequeña así que ¿por qué no?“, confiesa. Frente a ella, Frédéric Cambourakis, un antiguo librero que fundó en 2006 su editorial, situada en el número 12 de París. “La base en esta profesión es ser un pasador como el librero o el lechero. He estado asistiendo a este espectáculo durante unos 15 años. Por supuesto, tiene que ser rentable, porque no es tan obvio, pero también estamos ahí para participar de cierta manera en la educación de los niños. Son valores e intereses que van más allá de lo comercial“, remarca.
Hizo la elección del internacional. En su puesto encontramos libros infantiles ilustrados, principalmente traducidos, procedentes de Japón, Corea, Italia y Estados Unidos. “Tomé esta decisión porque me obliga a interactuar con otras culturas. Me parece interesante aportar diferentes enfoques. Aunque en Francia tenemos un mercado de libros para niños grande, incluso el más grande, existen algunos tabúes“, observa. Como la representación del cuerpo que muchas veces involucra animales. Antes de los álbumes infantiles, que desarrolló a partir de 2012, Frédéric Cambourakis empezó con el cómic y la literatura para adultos. Luego creó una colección feminista.
“Tener buenos textos, en varios niveles de comprensión”
Un poco más lejos, Laurence Nobécourt, de Bruselas, se dedicó a la edición después de haber sido profesor de escuela durante 25 años en Isla de Francia, Bretaña y otros lugares. “He estado presente en esta feria desde el principio, excepto el año del Covid. Hace diez años, cuando fundé la editorial, tenía 4 metros cuadrados. hoy tengo 16“, ella se regocija. Mientras tanto, la empresa À pas de loup ha crecido y se acerca a las 100 obras publicadas. “Estoy muy feliz de estar aquí. El primer libro que le vendí fue a una niña de Bangladesh que apenas hablaba francés y estaba comprando un libro para su hermano pequeño.“. Frente al manga o “a libros más comerciales“, su objetivo es acercar una diversidad de cuentos ilustrados con la exigencia “Tener buenos textos, en varios niveles de comprensión, a los que volveremos, y originalidad en la ilustración. Tengo grabado, bolígrafo, tinta china, scratch, tableta gráfica, collage…. No necesariamente vemos eso en todas partes“, explica.
Una estrecha relación con los libreros
En Le Tripode, editorial creada en 2012 por Frédéric Martin, no hay álbumes, sino novelas, y algunas novelas gráficas como Hugo Pratt, la menos conocida como “Les lettres d’Afrique” de Arthur Rimbaud. “Estamos aquí de memoria porque estamos apegados a este espectáculo. Hay un espíritu muy familiar aquí. La gente viene a nosotros porque somos prácticamente los únicos que vendemos libros para adultos. Lo que queremos es también intentar defender la lectura de calidad sin caer en el elitismo y el lado intelectual.“, subraya Aglaé de Chalus, responsable de comunicación. Para la editorial, el desafío de la muestra es mantener una estrecha relación con sus lectores pero también con los bibliotecarios y, especialmente, con los libreros. “No tenemos un cabeza de cartel, no tenemos los medios para conducir 4×3 en el metro, por lo que tenemos una relación muy fuerte con los libreros para animar a los autores. Por ejemplo, fuimos de las primeras editoriales en venir a ver la librería. en los márgenes cuando abrió en Montreuil. Tenemos los mismos problemas que son fomentar los encuentros con los autores.“, añade François Bétremieux, director de la colección.
400 editoriales
En total, este fin de semana 400 editoriales presentarán a sus autores. La oportunidad de conocer a más de 2.000 escritores, ilustradores e ilustradores.
Información práctica