El Concierto Azul parado

El Concierto Azul parado
El Concierto Azul parado
-

El Concierto Azul, esta plataforma de vídeos que debía destacar a los músicos de la escena clásica quebequense, finalmente no verá la luz. Al menos no a corto o medio plazo. El proyecto se ha estancado, ya que el interés por los programas digitales ha disminuido significativamente desde el final de la pandemia. Quebec había invertido en él 800.000 dólares.

La plataforma debía inaugurarse en la primavera de 2023, pero al final el sitio web Concert Bleu nunca se puso en servicio. El consejo de administración, que reunía a varios miembros influyentes de la música clásica en Quebec, se disolvió hace unos meses.

El impulsor del proyecto, el barítono Marc Boucher, explicó en una entrevista con El deber que el Concert Bleu está paralizado porque Quebec se negó a apoyar financieramente la segunda fase, que preveía su realización. El Ministerio de Cultura ya había concedido 800.000 dólares para el desarrollo de la primera fase en 2021. La iniciativa, lanzada el año anterior por Marc Boucher, se inspiró en la extinta Blue Basket.

Era la época de la pandemia, cuando comprar local estaba de moda, cuando los cines estaban cerrados. El Concierto Azul, con su oferta de grabación de espectáculos, debió responder a una necesidad evidente, sobre todo porque los artistas quebequenses no tenían ninguna fuente de ingresos durante este período. Pero hay que admitir que el contexto cambió mucho cuando terminó la pandemia.

“Québec consideraba que la prioridad después de la pandemia era el regreso a las salas y lo aceptamos”, resume Marc Boucher, director general y artístico del Festival Classica.

¿Hemos sobreestimado el interés?

Aunque la pandemia haya terminado, todavía cree que existe una demanda de una plataforma que ponga de relieve la música clásica en Quebec. “Tengo amigos en las Islas Magdalen que escuchan obras en el sitio web de TNM. En las grandes ciudades, la gente tiene acceso a casi todos los conciertos. Pero Quebec es un territorio vasto. Una plataforma como el Concierto Azul permitiría que nuestros talentos brillen en todas partes”, ilustra quien todavía espera el relanzamiento del proyecto.

Guillaume Lombard, que formaba parte de la junta directiva del Concert Bleu, no parece compartir su optimismo. “Estábamos convencidos, durante la pandemia, de que se convertiría en un hábito para la gente escuchar conciertos en transmisión. Eso no es lo que pasó. Hay personas que todavía pagan para ver conciertos de importantes orquestas internacionales a los que de otro modo no tendrían acceso. Pero hay muy pocas personas que estén dispuestas a pagar una suscripción de cinco o diez dólares para escuchar el concierto de un artista quebequense que realiza una gira de 25 conciertos por toda la provincia”, afirma el presidente de la editorial musical. Anuncio Litteram.

Los antiguos administradores del Concert Bleu no están dispuestos a decir que los 800.000 dólares inyectados por el Ministerio de Cultura no sirvieron de nada y menos aún que fueron desperdiciados. Este sobre permitió, en particular, desarrollar una versión beta de lo que habría sido el sitio web. “Es muy poco, 800.000 dólares, en comparación con toda la ayuda cultural”, pone en perspectiva Guillaume Lombard.

El Concierto Azul fue un proyecto, cuanto menos, ambicioso. En primer lugar, porque competía con los gigantes mundiales de la escucha en streaming, como Apple Classique o Qobuz. Pero también porque Marc Boucher se había comprometido a redistribuir el 70% de los ingresos a los titulares de los derechos cuando se lanzó el proyecto.

Para llevar a cabo la segunda fase se solicitó en vano una ayuda adicional de 500.000 dólares a los Ministerios de Cultura y Economía. Al final también esperábamos obtener el apoyo de los patrocinadores. También estaba previsto que el Concierto Azul generara ingresos a través de suscripciones y publicidad. “Aún había muchas dudas sobre la rentabilidad del proyecto”, reconoce Marc Boucher.

Para ver en vídeo

-

PREV “No sufras solo, habla con tus vecinos, con tus amigos, consulta…”
NEXT Puy-l’Évêque. La elección de los bailes en cuestión para “Si on dansait”