A pesar de las preocupaciones de los observadores, los expositores querían demostrar que el mercado se mantiene sólido, con transacciones de cientos de millones de dólares. Y Art Basel pretende demostrar que puede mantener el primer puesto entre las ferias europeas a pesar de la competencia de su pequeña hermana parisina.
Como cada año, no faltaron motivos para conversar en los pasillos de Messe Basel, el centro de convenciones de Basilea. A la guerra en Ucrania, la tensión en Taiwán, el conflicto en Gaza, se sumaron la Eurocopa de fútbol 2024 y la asombrosa disolución de la Asamblea en Francia. Pero tres preguntas plantearon aún más al público: ¿está el mercado del arte en crisis? ¿Están presentes los estadounidenses? ¿Art Basel será canibalizado por su epígono, Art Basel Paris?
Hauser & Wirth: la marca de los 80 millones
Ninguna de estas preguntas tiene una respuesta obvia. Iwan Wirth, jefe de la todopoderosa multinacional con 13 direcciones en todo el mundo, arremetió contra la prensa y su obsesión por transmitir “pornografía fatalista”, es decir, su manía de profetizar una recesión que en realidad no se producirá. Al leer las transacciones de la empresa, uno podría dudar de esta caída. Las aproximadamente 45 ventas anunciadas (la más pequeña de las cuales es de 65.000 euros, una obra sobre papel de Günther Förg) representan más de 80 millones de dólares en total, más que en 2022 y 2023, cuando el contador se detuvo por debajo de los 75 millones. Sabemos bien –y esto se aplica a todas las galerías– que algunas operaciones ya han concluido y que Basilea sirve como un gran…
