Rido Bayonne es uno de los artistas más influyentes del panorama musical africano e internacional, pero poco conocido en su país natal. Su música era una mezcla de rumba congoleña, makossa camerunesa, jazz, música clásica y otras, una fusión de estilos verdaderamente única.
Nacido el 7 de marzo de 1947 en Pointe-Noire, dejó su país natal a la edad de 10 años para trasladarse a Douala, Camerún, donde fue acogido en una nueva familia y rápidamente desarrolló su talento musical. Se codeó con grandes figuras de la música congoleña como Tino Baroza y Albert Elenga alias Ndinga, que se convirtieron en sus mentores. Rido comienza a hacerse un nombre a través de reproducciones en prestigiosos clubes de Douala: Castel y Saint Hilaire.
A los 13 años, el artista regresó a Brazzaville y se unió al legendario grupo Les Bantous de la Capitale, en el que permaneció junto a figuras legendarias como el percusionista Saturnin Pandi, los saxofonistas Jean Serge Essous y Nino Malapet. Este período le permitió perfeccionar sus habilidades musicales y amplió sus horizontes.
Fue en la década de 1970 que Rido Bayonne se mudó a Francia, donde rápidamente integró la escena musical parisina y colaboró con artistas de renombre como Michel Polnareff, Maxime le Forestier y Graeme Allwright. Luego fundó con Michel Perez, Girard Maimone y Patrick Garel el grupo “Spheroe”, especializado en jazz fusión y grabó dos álbumes memorables, “Spheroe” y “Primadonna”, que posteriormente demostraron su público artístico.
Compositor prolífico que ofrece al mundo canciones melódicas como “Born in Africa”; “El alma del Congo”; “Alianza”; “Vibración Eterna”; “Espíritu Makossa”. Rido fue mentor de jóvenes músicos que se convirtieron en estrellas internacionales y también ayudó a formar Richard Bona; Paco Sery y Etienne Mbappé, todos artistas.
Muchos artistas lo conocen como un músico excepcional. En 2007, el director Dom Pedro le dedicó un documental titulado “Rido Bayona”. Esta película se proyectó en 2017 en París durante su 70°mi aniversario, confirmando así su estatus como icono cultural.
Hasta su último aliento, compartió su energía y su amor por la música con un público fiel, actuando en escenarios prestigiosos como New Morning. Su desaparición deja un inmenso vacío y provoca una ola de emociones y homenajes en todo el mundo. Músicos, aficionados e instituciones culturales saludan la memoria de este icono. Asimismo, en las redes sociales varias personas comparten anécdotas y recuerdos de él mientras dan testimonio de su impacto en sus vidas.
“Rido será recordado como un pionero de la música africana moderna, un constructor de puentes entre culturas y un embajador de la riqueza musical del continente. Su legado vivirá a través de sus obras, sus colaboraciones y las generaciones de músicos que inspiró”.testifican.
El artista tocaba varios instrumentos musicales, el bajo era su instrumento favorito. Encarnó la generosidad, el compartir y la transmisión. Era muy cercano al músico congoleño Jackson Babingui a quien consideraba su hijo. El artista ha establecido profundos vínculos con muchos artistas de la diáspora y África. Su colaboración simboliza la transmisión intergeneracional.