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Eddy Mitchell y Johnny Hallyday, es ante todo la historia de una amistad extraordinaria en la escena de la canción francesa. El Taulier y el intérprete de Última sesión compartimos un vínculo real incluso antes este último no inicia su carrera musical. También es bajo la influencia del futuro marido de Laëticia que Claude Moine, ahora Eddy Mitchell, decide probar suerte en el despiadado mundo de la canción.
Le vino mucho bien, ya que el éxito llegó rápidamente para Mitchell, ya sea con su grupo de rock’n’roll, Calcetines negroso en solitario. A pesar de una carrera marcada por el éxito, está claro que la popularidad de la cantante Acuarela de menta no llega al de Johnny Hallyday.
Pero entre ambos no hay celos, simplemente una amistad sincera y sin adornos. Aunque no todo empezó bien entre ellos, con una bofetada de Eddy Mitchell al rey del rock francés por una historia un tanto gloriosa de discos, siguieron siendo inseparables durante más de cincuenta años. Hasta los últimos años de la carrera de Johnny, marcados por la gira de Viejos bribonesun trío formado por los dos cantantes y su tercer viejo amigo, Jacques Dutronc.
Eddy Mitchell todavía le guarda rencor a Johnny
Desafortunadamente, la gira tendrá que terminar prematuramente debido a La enfermedad de Johnny Hallydayy luego su muerte el 5 de diciembre de 2017. Le Taulier deja atrás una montaña de éxitos musicales, pero también un viejo amigo. Entre las etapas del duelo, la ira fue la que más sintió Eddy Mitchell.
“lo culpo“, confiesa francamente el octogenario en el libro “Autobiografía” que publicó el 7 de noviembre de 2024. “Estoy enojado con él por creer que era invulnerable y por hacernos creerlo. Pensó que superaría todo. Quería seguir siendo el más fuerte, como un semidiós. Y también lo queríamos para él”. Palabras que también hacen eco del estilo de vida excesivo de Johnny.
Su amigo también continúa refiriéndose a ello. “Compartí algunos de sus excesos y terminé calmándome, por la fuerza de las circunstancias. yo era más sabio“, explica, quizás refiriéndose al consumo de ciertas drogas recreativas que Johnny no ocultaba. “Nunca se calmó. Nunca se rindió y arruinó en parte su vida. Pero representa una parte mía.” Esta última frase ilustra perfectamente la fuerza de esta amistad, de una longevidad impresionante, pero rota por los excesos de una vida demasiado rock ‘n’ roll.