¿Trenes tan rápidos como los aviones? Esto es lo que promete la tecnología Maglev, que ya permite superar los 600 km/h e incluso alcanzar los 1.000 km/h, ¡el récord mundial!
Para afrontar el cambio climático, el tren parece ser el medio de transporte preferido, porque es el que menos contamina. Problema: Se necesita demasiado tiempo para recorrer distancias muy largas. Además, los viajeros se ven obligados a depender del avión. De hecho, se ha considerado una solución: Hyperloop. Apareció hace más de un siglo y popularizado en 2013 por Elon Musk – ¡él otra vez! –, es un tren de levitación magnética que se mueve a muy alta velocidad. Pero el proyecto lleva años estancado: la empresa del multimillonario, Hyperloop One, incluso cerró a finales de 2023…
¡Pero eso fue antes de que China se involucrara! En febrero de 2024, el país estableció el récord mundial de velocidad con el T-Flight, un tren de levitación magnética capaz de alcanzar los 620 km/h. Esto es más que nuestro TGV nacional, cuyo récord de velocidad es de 575 km/h, o el tren japonés L0, que alcanza un máximo de 603 km/h. La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC) logró realizar con éxito una prueba de una distancia de 2 kilómetros en Datong. Esta es simplemente la velocidad más alta jamás alcanzada por un vehículo de levitación magnética superconductora.
El éxito del T-Flight es el resultado de años de investigación y desarrollo, combinando la experiencia de CASC en áreas tan diversas como la aeroespacial, la tecnología de misiles y el diseño de vehículos de alta velocidad. Se trata de levitación magnética. Gracias a un sistema de imanes, los vagones se mantienen por encima de los raíles y se impulsan a través de un tubo mantenido casi en vacío. La ausencia de fricción y la reducción de la resistencia del aire permiten acceder a velocidades mucho más altas reduciendo significativamente el consumo energético.
El pasado mes de agosto se llevaron a cabo con éxito otras pruebas, también en el tramo de pruebas de Datong. Aunque no se ha revelado la velocidad exacta alcanzada, los resultados obtenidos coinciden con las estimaciones de los promotores del proyecto, que esperan alcanzar, en última instancia, una velocidad máxima de 1.000 km/h. ¡Más que simples aviones de pasajeros clásicos! Se está construyendo otro tramo de prueba, esta vez de 60 kilómetros de longitud. El objetivo comercial final sería conectar las grandes ciudades, para ir de Beijing a Shanghai en 1 hora 30 minutos por ejemplo.
En China ya están en servicio varias líneas de trenes de levitación magnética, pero para trayectos cortos, como el aeropuerto de Shanghai Pudong. Pero ya están previstos otros, para viajes mucho más largos (de hasta 2.000 kilómetros). Así, algún día debería ser posible conectar Guangzhou y Beijing en 3,5 horas, en lugar de 7,5 horas con un TGV convencional, y Guangzhou y Shanghai en sólo 3 horas, en lugar de las 7 horas actuales. También están previstas ampliaciones de estas líneas a Macao y Shenzhen. Las autoridades chinas anuncian que estos trenes circularán a una velocidad de al menos 600 km/h.
Sin embargo, el camino hacia la realización y adopción generalizada de los trenes Maglev está plagado de desafíos técnicos, económicos y regulatorios. En primer lugar, el coste de construcción es extremadamente elevado, incluso exorbitante. Crear una red de tubos de vacío a largas distancias requiere enormes inversiones en materiales, tecnología y mano de obra especializada.
Además, esta infraestructura no sólo debe soportar velocidades extremas, sino también garantizar la seguridad y la sostenibilidad a largo plazo, lo que aumenta aún más los costos iniciales. Porque a tales velocidades, el más mínimo fallo técnico o incidente podría tener consecuencias catastróficas. Por lo tanto, se requieren estándares de seguridad extremadamente altos. En resumen, ¡no es por ahora!