Están surgiendo nuevos detalles inquietantes en torno a las fiestas organizadas por P. Diddy a principios de la década de 2000, reveló en el periódico un ex empleado que trabajó entre bastidores en estos controvertidos acontecimientos. Correo de Nueva York que la admisión de invitados cumplía criterios estrictos, en particular que el peso no superara los 63,5 kg. “Intervendremos si es necesario”, añadió. Las mujeres jóvenes tenían que ser “jóvenes y sexys”, sin tatuajes ni piercings, y tenían ciertos requisitos de vestimenta, como vestidos cortos con escotes pronunciados.
El testimonio también revela un clima de sospecha y falta de consentimiento. La edad no fue verificada y la ex empleada afirma que no se quedó durante los eventos, sin saber que los invitados debían tener relaciones sexuales. Una bailarina presente durante estas veladas indicó que le habían pagado por su actuación y le habían ofrecido una suma adicional si se unía a P. Diddy, oferta que consideraba “turbia”.
Estas revelaciones llegan en un contexto en el que P. Diddy es acusado por más de 130 personas, incluidos menores, de conductas inapropiadas que van desde agresión sexual hasta violación. Los hechos presuntamente ocurrieron entre 1995 y 2021, incluyendo el uso de sedantes para animales y la grabación secreta de los actos. Aunque se han iniciado procesos civiles, el rapero se enfrenta a un juicio penal previsto para el próximo mes de mayo. A pesar de estas acusaciones, se declara inocente mientras espera el juicio detenido en Nueva York.