150 visitantes pudieron descubrir entre bastidores el restaurante Paul Bocuse

150 visitantes pudieron descubrir entre bastidores el restaurante Paul Bocuse
150 visitantes pudieron descubrir entre bastidores el restaurante Paul Bocuse
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Con motivo de su centenario, el restaurante y la abadía Paul Bocuse abren sus puertas a los visitantes en Collonges-au-Mont-d’Or. Alrededor de 150 afortunados, de los más de 20.000 conectados al sitio cuando se abrió la taquilla, pudieron beneficiarse de esta experiencia única.

Corine ha soñado con este momento toda su vida. Fan incondicional de Paul Bocuse, pudo aprovechar, como otras 150 personas felices, las jornadas de puertas abiertas del restaurante del Papa de la gastronomía en Collonges-au-Mont-d’Or, para descubrir los bastidores de este legendario establecimiento este lunes 20 de mayo, con motivo del centenario de la posada.

“Es el Papa, algo magnífico, el sueño de toda mi vida. Estoy en Disneylandia, pero en la restauración”, confiesa este último al micrófono de BFM Lyon.

Dominique, su marinero, es viticultor en Beaujolais y también participó en esta experiencia. Al igual que su esposa, el amante del vino tiene estrellas en los ojos en la bodega de Monsieur Paul. “Nunca he tenido la oportunidad, debido al precio, de probarlos. Así que sólo puede hacerte soñar con ver a Petrus, Corton-Charlemagne o Château Margaux”.

Continúa: “No tuve esta oportunidad, sin arrepentimiento, pero verlos ya es una alegría”, asegura.

Alrededor de 150 afortunados, de los más de 20.000 conectados al sitio cuando se abrió la taquilla, pudieron beneficiarse de esta experiencia única.

“Mi billetera no me deja hacerlo”

Una alegría poco común, porque para comer en el restaurante de Paul Bocuse hay que pagar varios cientos de euros por persona. “Mi billetera no me permite hacerlo”, confiesa Corine en nuestro canal. “Sin embargo, estamos tratando de ahorrar dinero (…) El día que esté en la mesa aquí, tendré que traer pañuelos”, dice la lionesa.

“El objetivo es precisamente abrir la casa a los lioneses que no necesariamente tienen los medios o que no se atreven a abrir las puertas”, explica Gilles Reinhardt, chef ejecutivo del restaurante Paul Bocuse.

Otros incluso llegaron al restaurante con recuerdos de esa época. Uno de los curiosos del día sostiene orgulloso en sus manos, en el momento de la foto de recuerdo con el chef en las cocinas, su certificado de cocina “firmado por las manos de Monsieur Paul”.

Un documento, cuidadosamente conservado aunque sufrió y “mojado por la lluvia que cayó durante el funeral de Paul Bocuse en la plaza Saint-Jean”.

Húmedos, como los ojos de Corine, que finalmente no esperó a sentarse en la mesa para sacar los pañuelos. La dirección del restaurante Bocuse des monts du Lyonnais se plantea ampliar estas puertas abiertas el próximo año.

Jade Theerlynck con Alixan Lavorel

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