“Territorio”, en Netflix: rencillas fratricidas en las antípodas

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Graham Lawson (Michael Dorman) en “Territory”, serie creada por Ben Davies y Timothy Lee. TONY MOTT/NETFLIX

NETFLIX – BAJO DEMANDA – SERIE

Pongámonos por un momento en la piel del arquetípico espectador de series: exhausto por una dura jornada de trabajo, incapaz de cualquier esfuerzo intelectual, prefiere desplomarse en su descapotable antes que abrir un libro, tomar un instrumento musical para hacer una pastilla de paloma. El arquetipo es presa de dos necesidades contradictorias: debemos tranquilizarlo y al mismo tiempo desorientarlo, cambiar de opinión sin que tenga que pensar demasiado.

Netflix ofrece estos días un producto ideal, seis episodios espectaculares nutridos de aventuras ya mil veces vistas, rejuvenecidos por una ambientación y una distribución casi nuevas.

Con su obstinado patriarca gobernando miles de kilómetros cuadrados cubiertos por decenas de miles de cabezas de ganado, sus nativos rebeldes y sus magnates mineros sin escrúpulos, Territorio podría pasar por una calcomanía de piedra amarillael western contemporáneo de Taylor Sheridan que convirtió a Kevin Costner en una estrella nuevamente. Excepto que este drama familiar y pastoral derrama la sangre de los justos y de los malvados en las antípodas.

Figuras familiares

La serie toma su título del Territorio del Norte, esa inmensa extensión australiana alejada de las ciudades. Esta jugada opera como un rejuvenecimiento (para los espectadores del hemisferio norte, en cualquier caso) de la probada (o manida) dramaturgia de un escenario melodramático. La luz, los paisajes, la vida salvaje, los acentos (es seguro que el público británico y estadounidense necesitarán subtítulos para entender a los vaqueros australianos y su acento), las costumbres, todo es diferente, y es suficiente para dejarnos atrapar.

Colin Lawson (Robert Taylor) gobierna Marianne Station, un rancho “grande como Bélgica”. El anciano es atacado por todos lados. Sus rivales quieren su ruina, las empresas mineras su subsuelo, los nativos recuperan sus derechos sobre sus tierras. Pero nada amenaza más a Marianne Station que los enfrentamientos entre los descendientes de Colin Lawson. Encontraremos personajes familiares como el hijo menor al que no aman (Michael Dorman) y su esposa devorada por la ambición (Anna Torv, magnífica actriz vista en cazador de mentes y Profesión: reportero), o el nieto pródigo sacado de la alcantarilla para recibir las llaves del reino.

dramaturgia clásica

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