Cayden Primeau finalmente rompió el silencio, expresando públicamente su frustración por la gestión de su carrera por parte de los Montreal Canadiens.
Mientras el equipo se prepara para enfrentar a los Detroit Red Wings en dos juegos en dos noches, Primeau permanece en total incertidumbre sobre su papel.
Esta situación, que se prolonga desde hace meses, parece estar llegando a un punto crítico.
El joven portero no ha sido titular desde el desastroso partido del 1 de diciembre en Boston. Mientras tanto, Samuel Montembeault ha sido titular en los últimos siete partidos del equipo, relegando a Primeau al papel de observador frustrado.
Cuando se le preguntó el miércoles sobre su estado de ánimo, Primeau reveló una profunda inquietud.
“La confianza se puede conservar con el entrenamiento, pero es más difícil estar preparado cuando no se juega a menudo”, confiesa.
“Podemos hacer muchas cosas durante los entrenamientos, pero no hay nada que sustituya las situaciones de juego en un partido real.
Así que la confianza puede mantenerse, pero estar cómodo en el juego puede tener altibajos en tales condiciones. Yo diría que esta es la parte más difícil. »
Estas palabras, aunque mesuradas, reflejan a un portero al que se le está acabando la paciencia. Primeau no critica directamente a la organización, pero sus comentarios sobre la dificultad de estar preparados y de mantener la “excelencia” en tales condiciones apuntan directamente a una gestión que considera inadecuada.
De hecho, parece acusar al canadiense de comprometer su desarrollo y perjudicar su carrera.
Primeau sabe que su futuro no está en Montreal. La aparición de porteros jóvenes como Jakub Dobes y la próxima llegada de Jacob Fowler a la organización han sellado su destino durante mucho tiempo.
Sin embargo, está claro que el trato que recibe actualmente afecta no sólo su desempeño, sino también su valor de mercado.
Al mantenerlo en un papel marginal, el canadiense reduce sus oportunidades de demostrar su valor ante otros equipos, lo que podría tener un impacto directo en su próximo contrato.
“No se trata sólo de estar preparado” añadió.
“También se trata de demostrar lo que puedo hacer. En estas condiciones es difícil demostrar que puedo ser un portero fiable. »
Estos comentarios reflejan una realidad alarmante: Primeau siente que el CH, lejos de ayudarle a relanzar su carrera, contribuye al colapso de su confianza y de su atracción por otros equipos.
Con sólo 25 años, Primeau ve su futuro ensombrecido por una gestión que considera perjudicial para él y su carrera.
El canadiense se encuentra en un callejón sin salida con Primeau. Kent Hughes, aunque se niega a someterlo a waivers por miedo a perderlo por nada, no parece capaz de ofrecerle oportunidades significativas para jugar.
Mientras tanto, Samuel Montembeault juega como un dios y despide a Primeau para siempre.
Esta situación alimenta una espiral negativa que perjudica tanto al jugador como a la organización.
Si Montreal esperaba mantener el valor de Primeau en el mercado de transacciones, esta estrategia parece tener el efecto contrario.
Los equipos interesados ven a un portero falto de confianza, oxidado por la falta de partidos, y les cuesta justificar una inversión, incluso irrisoria, para hacerse con él.
La salida pública de Primeau podría obligar a Kent Hughes a actuar. La CH tendrá que decidir rápidamente: o le da a Primeau la oportunidad de demostrar su valor en el hielo, o encuentra una manera de negociarlo para evitar que la situación degenere aún más.
Una cosa está clara: mantener a Primeau en este papel marginal no beneficia ni al jugador ni a la organización.
Primeau es consciente de que sus días en Montreal están contados. Sin embargo, espera que este período difícil no marque el final de su carrera en la NHL.
Sus comentarios sugieren que está listo para buscar una nueva oportunidad en otro lugar, pero primero debe superar la sombra de esta frustrante temporada.
Para Montreal, es imperativo maximizar lo que queda de su valor antes de convertirse en agente libre restringido este verano.
Mantenerlo en esta situación sólo aumenta las tensiones y reduce las posibilidades de obtener una buena rentabilidad.
La relación entre Cayden Primeau y el canadiense parece ahora irreparable. El joven portero, que alguna vez fue visto como una parte importante del futuro, se siente traicionado por una dirección que considera perjudicial para su carrera.
Mientras la CH hace malabarismos con sus opciones de futuro, Primeau espera un resultado que le permita pasar página y relanzar su carrera en otros lugares.
Para Kent Hughes, la lección es clara: prolongar esta situación no sólo podría perjudicar a Primeau, sino también empañar la reputación de los Canadiens como organización capaz de desarrollar sus jóvenes talentos.
Es hora de encontrar una solución antes de que esta historia se convierta en otro capítulo desafortunado en la historia de CH.
¿Cayden Primeau transgredió una regla no escrita al romper su silencio y expresar su frustración por el trato que recibió de los Montreal Canadiens?
Palabras medidas, pero cargadas de insinuaciones, que reflejan cierto hartazgo por parte del joven portero. Dice que le afecta la falta de tiempo de juego, la incertidumbre que rodea su rol y, sobre todo, el impacto de esta situación en sus actuaciones y estadísticas.
Pero si el enfado de Primeau es comprensible, también refleja una situación mucho más compleja. Por un lado, no podemos negar que el canadiense ha gestionado, en varias ocasiones, su desarrollo de forma caótica.
Por otro lado, Primeau sigue siendo, según los números, el peor portero de la NHL esta temporada. Estos elementos chocan y sugieren un futuro oscuro para el portero de 25 años.
Primeau cree que la falta de ritmo, combinada con la falta de confianza otorgada por la organización, afecta directamente su desempeño y su valor.
Pero en cierto nivel, uno podría preguntarse: ¿qué esperaba Cayden Primeau? Sus estadísticas esta temporada hablan por sí solas. De los 80 porteros que jugaron al menos tres partidos en la NHL, muestra:
Peor porcentaje de eficiencia (.836).
Peores goles contra la media (4,70).
Esos números lo convierten, desde todos los puntos de vista objetivos, en el peor portero de la liga. Si Primeau está frustrado por su uso, la organización tiene razones válidas para limitar sus apariciones, especialmente en un contexto en el que el canadiense intenta ganar terreno a los equipos que le preceden en la clasificación de la Conferencia Este.
Dicho esto, es difícil ignorar que el canadiense contribuyó a esta situación. La gestión de Primeau ha sido a menudo inconsistente, entrelazando períodos prolongados, sin posibilidades reales de estabilización.
En las últimas temporadas, Primeau se ha utilizado a menudo como solución de último recurso, en detrimento de su desarrollo:
Temporada 2020-2021: Pasó las últimas cinco semanas con el canadiense, disputando sólo tres partidos y un periodo, antes de observar los playoffs desde las gradas.
Temporada 2022-2023: Convocado por lesión de Jake Allen, solo jugó 20 minutos en dos semanas, antes de regresar a Laval.
Temporada 2023-2024: Restringido al papel de tercer portero en un ménage à trois, sólo fue titular en 13 de 63 partidos antes de descender a Laval.
Estos períodos de estancamiento, combinados con un uso irregular, sin duda estropearon su desarrollo. Primeau se encontraba a menudo en situaciones en las que no podía mejorar ni demostrar su valía.
Primeau, alguna vez visto como una pepita gracias a sus hazañas en la NCAA, nunca logró convertir su potencial en éxito profesional.
Su carrera universitaria, sin embargo, tenía todo para inspirar confianza: dos títulos de portero del año en la división Hockey East, un Trofeo Mike Richter otorgado al mejor portero de la NCAA y una selección en el equipo All-Rookie de la Liga Americana. .
Pero en seis temporadas profesionales, Primeau sólo jugó 178 partidos (55 en la NHL y 123 en la Liga Americana), un total insignificante para un portero de su edad.
Esta pequeña experiencia, combinada con sus mediocres estadísticas de la NHL, destrozó su valor de mercado. Hoy en día, ni siquiera Kent Hughes parece capaz de comprometerlo por nada significativo.
Primeau tiene razón en sentirse enojado. Es producto de una gestión que claramente ha desperdiciado su potencial. La organización, al tratar de hacer malabarismos con él como un yoyo, sacrificó su desarrollo.
La salida pública de Primeau es una advertencia: este tipo de frustración, si no se maneja correctamente, podría crear tensión en el vestuario.
Mientras los Canadiens intentan acercarse a los equipos que luchan por los playoffs, la organización tendrá que encontrar un equilibrio entre sus objetivos competitivos a corto plazo y la gestión de jugadores descontentos como Primeau.
En última instancia, la pregunta sigue abierta: ¿los Canadiens desperdiciaron un talento o Primeau nunca tuvo lo necesario para triunfar en la NHL?
Una cosa es segura: esta relación es irreparable. Primeau parece destinado a dejar Montreal, ya sea mediante un intercambio por Peanuts o como agente libre restringido este verano.
Para la organización, ahora se trata de aprender de esta situación y garantizar que talentos de cara a portería como Jakub Dobes o Jacob Fowler no corran la misma suerte.
Para Primeau, el futuro pasa por un nuevo comienzo, lejos de Montreal, donde pueda intentar revivir una carrera marcada por promesas incumplidas y tratos injustos.
Mientras tanto, tendrá que calmar su ira. De lo contrario, la atmósfera en la sala CH podría deteriorarse rápidamente.
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