“Tras el shock inflacionario, el gasto de los hogares se ha disparado” en los últimos años, señala Statec en un estudio publicado este miércoles. Esto demuestra que “desde 2019, no obstante, el poder adquisitivo medio de los hogares ha aumentado”. De hecho, los ingresos “han aumentado significativamente bajo el efecto de la indexación y diversas medidas”. Y el poder adquisitivo debería seguir aumentando “ligeramente” este año, con ajustes en las escalas impositivas.
Pero no todos los hogares son iguales en este ámbito. Así, “los hogares de bajos ingresos se ven más afectados por los aumentos de los precios de la energía y los alimentos”. Statec explica que entre 2019 y 2023, la inflación hizo que el gasto en energía se disparara un 35% en promedio, el gasto en alimentos un 20% y otros bienes y servicios un 11%. Sin embargo, los hogares de bajos ingresos dedican una mayor proporción de su presupuesto a energía y alimentos.
Sin embargo, los ingresos de estos hogares que menos ganan aumentaron, entre 2019 y 2023, en 7.700 euros anuales, lo que representa una ganancia del 21%. Para las familias más ricas, el aumento fue de 20.000 euros, lo que supone “sólo” un aumento del 15%. Aumentos que Statec explica en particular por la indexación de los salarios, pero también por los subsidios familiares y las becas de estudio, o incluso por el aumento del salario mínimo social. Varias medidas, como los créditos fiscales, también han ayudado a los hogares de ingresos más bajos a mantenerse a flote, y seguirán haciéndolo en 2024 y 2025.
En última instancia, todo esto en conjunto permitió que el poder adquisitivo aumentara entre 2019 y 2023, independientemente del nivel de ingresos. El 20% con salarios más bajos vio aumentar su capacidad adquisitiva en un 20%. En el otro extremo de la escala social, quienes tenían mayores ingresos ganaron una media de 7.800 euros en poder adquisitivo. Este último disminuyó en 2024, pero debería recuperarse nuevamente en 2025, predice Statec.
Durante el período 2019-2023, la tasa de ahorro también aumentó en general, hasta el 19%, frente al 15,6% antes del Covid. Pero aquí también las desigualdades son grandes. Naturalmente, los más ricos tienen mucho más espacio para ahorrar dinero que otros. Así, el 20% más rico podría reservar el 40% de sus ingresos hasta 2022. Para el 20% siguiente, esta tasa baja al 16%.
Por el contrario, el 20% más bajo de los hogares experimenta una tasa de ahorro negativa que puede “explicarse por el comportamiento de desahorro y endeudamiento, así como por una posible menor estabilidad” de estos hogares, según Statec. Es evidente que estas familias agotaron el dinero que habían podido ahorrar o contrajeron deudas. De todo el dinero ahorrado en Luxemburgo, el 80% procede de una quinta parte de los hogares, los más ricos.
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