La ciudad de Los Ángeles se enfrenta a una lucha feroz contra incendios especialmente devastadores. Estos desastres se ven agravados por una falta crucial de agua, lo que ha provocado una ola de indignación en las redes sociales por la gestión de los recursos hídricos en California. Muchos internautas atacan a la pareja multimillonaria Stewart y Lynda Resnick, a quienes acusan de desviar agua para sus enormes operaciones agrícolas.
Según un informe de Forbes de 2015, el consumo de agua de las tierras agrícolas de su empresa, la “Wonderful Company”, habría sido suficiente para abastecer a aproximadamente 852.000 residentes de San Francisco durante diez años. Los Resnick poseen marcas famosas como pistachos Wonderful, Fiji Water y jugo de granada Pom Wonderful, así como plantaciones de pistachos, almendras y cítricos, todas las cuales consumen mucha agua.
Con una operación que abarca 13.000 hectáreas en California, su negocio es uno de los mayores consumidores de agua del estado, lo que contribuye a la degradación de los recursos hídricos. Esta situación se produce cuando California experimenta periódicamente sequías y una crisis hídrica crítica. Los críticos también se centran en el papel de los Resnick en la gestión del Kern Water Bank, una importante reserva de agua subterránea.
Esta infraestructura, que anteriormente estaba bajo gestión pública, fue parcialmente privatizada en la década de 1990. Ahora la “Compañía Maravillosa” controla gran parte de esta reserva, lo que plantea dudas sobre el acceso equitativo a este recurso vital. Según Anadolu, los cambios legislativos que facilitaron esta transferencia supuestamente fueron influenciados por la familia Resnick, lo que alimentó acusaciones de acceso injusto al agua.
Mientras los incendios que comenzaron el 7 de enero continúan asolando Los Ángeles, más de 3.700 hectáreas han sido destruidas y más de 12.000 edificios dañados o destruidos, informan nuestros colegas de Anadolu. Se dio orden de evacuación para unas 150.000 personas, mientras que el número de víctimas alcanzó las 24.
En este contexto de crisis ambiental, se relanza el debate sobre la privatización parcial del agua y sus repercusiones a largo plazo, empujándonos a repensar la gestión de los recursos hídricos frente a los desafíos climáticos actuales.