En enero, Los Angeles Times lanzará una herramienta para medir el sesgo de sus artículos utilizando inteligencia artificial. La medida, que está en debate, destaca estrategias mediáticas para anticipar las presiones políticas y económicas que se esperan con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
A principios de diciembre, el propietario de Los Angeles Times, Patrick Soon-Shiong, levantó el velo sobre una nueva herramienta que quiere lanzar en enero.
Este “biasómetro”, o calculadora de sesgos, se integrará en las noticias y especialmente en los artículos de opinión. De este modo, cada lector podrá “comprender que la fuente del artículo presenta un cierto nivel de parcialidad”, afirmó el multimillonario activo en biotecnología. La dirección del periódico también quiere diversificar los puntos de vista en sus columnas.
Este proyecto despertó inmediatamente la ira de la redacción del título y de su sindicato, que critican a Patrick Soon-Shiong por sugerir públicamente que su personal es parcial, sin aportar pruebas ni ejemplos. Y la redacción nos recuerda de paso las normas éticas que respeta: equidad, rigor, exactitud.
Un columnista, Harry Litman, incluso dimitió, acusando a la dirección de “obligar al periódico a adoptar una posición más favorable a Donald Trump”.
Sin “respaldo” presidencial
El título californiano no es su primera polémica. Ya ha habido despidos y dimisiones, en particular cuando Patrick Soon-Shiong impidió a la redacción publicar su “respaldo” –su declaración de apoyo– a la candidata demócrata Kamala Harris.
La dirección del Washington Post hizo lo mismo, renunciando también a todo apoyo durante la campaña, rompiendo así con una larga tradición, en nombre de la independencia del título.
Los medios de comunicación se preparan para enfrentar una administración muy litigiosa y muy litigiosa, que atacará varios fundamentos de la libertad de expresión.
Algunos lo ven más como una adaptación a Donald Trump y las amenazas que plantea a los medios. Para Julien Labarre, profesor de ciencias políticas en la Universidad Estatal de California, estas medidas demuestran que los medios de comunicación se preparan para la llegada, el 20 de enero, del nuevo inquilino de la Casa Blanca.
“No diría que los medios están cediendo, pero su resistencia es un poco más tímida. Se están preparando para afrontar una administración muy litigante y litigiosa, que atacará varios fundamentos de la libertad de expresión, por ejemplo el secreto de las fuentes, y posiblemente una forma de desfinanciación del servicio público de radiodifusión”, señala el politólogo.
Centros legales fortalecidos
Los medios de comunicación se preparan así para una forma de acoso judicial, “con abuso de procedimiento y citaciones inoportunas”, detalla Julien Labarre. “Algunas cadenas dan la impresión de que están reforzando al máximo su departamento jurídico, tanto en términos de personal como de presupuesto. Parece que se están reservando fondos importantes en preparación para el abuso de proceso”.
El presidente electo obtuvo una victoria simbólica a mediados de diciembre contra ABC News, a la que acusó de difamación. La cadena cedió y pagará 15 millones de dólares para resolver el asunto fuera de los tribunales.
Suficiente para animar al republicano, que ya amenaza con demandas similares contra otros canales y periódicos.
Nos encontraremos en una situación en la que los medios se autocensurarán por miedo a represalias.
El director de Reporteros sin Fronteras en Estados Unidos, Clayton Weimers, pide a los medios de comunicación que no cedan. “En el caso contra ABC, la mayoría de los expertos en derecho de los medios coinciden en que Donald Trump no habría ganado su caso demandando al canal por difamación. . La compañía Disney, propietaria de ABC, “simplemente no consideró oportuno luchar para defender su división de noticias. Ésta es una decisión empresarial de la empresa”, afirma Clayton Weimers.
Defender la Primera Enmienda
Pero si todas las empresas de medios deciden que no vale la pena defender los principios de la Primera Enmienda, que protege la libertad de prensa, la situación rápidamente se volverá problemática, advierte el funcionario. “Esto significará que cualquier político puede simplemente amenazar a un medio de comunicación para que capitule, y nos encontraremos en una situación en la que los medios de comunicación se autocensurarán por miedo a represalias”.
Reporteros sin Fronteras ha formulado recomendaciones a Donald Trump para cerrar la brecha entre él y los medios de comunicación, en particular reconociendo su papel en el buen funcionamiento de la democracia o tomando medidas para liberar a los periodistas encarcelados fuera de Estados Unidos. Unido.
Julie Rausis