En su cuenta de Instagram, Mushaga Bakenga hizo oficial el final de su carrera profesional. Activo en el club indio FC Punjab, el delantero noruego cierra un largo capítulo, 18 años después de firmar su primer contrato profesional, cuando sólo tenía 14 años.
Sus 12 goles en 26 partidos con el Rosenborg le valieron un traspaso de 2,60 millones al Club de Brujas en enero de 2012. Pero no se impuso allí, lo suficiente como para convencer a los dirigentes de que lo prestaran al Círculo.
Llegada al Club, el traspaso que marcó el resto de su carrera
A pesar de los progresos vistos ante el rival y de su primera aparición con la selección nacional, Bakenga nunca volvió a tener su oportunidad en el Blauw en Zwart, que lo cedió al Esbjerg, al Eintracht Braunschweig y dos veces al Molde.
En 2016, más de cuatro años después de su traslado al Jan Breydelstadion, regresó al Rosenborg. Pero la cima de su carrera ya había quedado atrás. El nativo de Trondheim pasó por varios clubes noruegos, antes de trabajar como autónomo en Japón, Chipre y luego en esta última aventura india.
Mushaga Bakenga Dice estar agradecido al fútbol por todos los amigos que ha conocido pero también impaciente por empezar una vida normal, sin las dos pruebas semanales para medir su grasa corporal, ni el capullo reservado al jugador profesional que facilitaba todas sus acciones diarias.