Un periodista de prensa se desploma frente a Martin St-Louis

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La tensa rueda de prensa, en la que el entrenador del canadiense, Martin St-Louis, perdió la calma ante una pregunta considerada provocativa por parte de Simon-Olivier Lorange, periodista de La Presse, recorrió las redes sociales.

@rds.ca Martin St-Louis visiblemente irritado cuando le preguntaron sobre Cayden Primeau ???????? #GoHabsGo ♬ sonido original – RDS

Esta escena, que rápidamente circuló en las redes sociales, ilustra no sólo la evidente frustración del entrenador, sino también los constantes desafíos que enfrentan periodistas y figuras públicas en Montreal.

Sobre todo porque St-Louis nunca ha visto a Lorange en su sopa. Y ahora, una vez más, una pregunta descarrila a St-Louis

Todo empezó cuando Lorange preguntó al St-Louis si su gestión de la alineación, y en particular de Cayden Primeau, reflejaba una pérdida de confianza en el joven portero.

Esta pregunta, ciertamente legítima en el fondo, cayó como una bomba en un contexto donde la CH lucha por calmar la polémica en torno a Primeau y donde la gestión de los porteros ya es un tema candente.

St-Louis, habitualmente mesurado, respondió secamente:

La respuesta, aunque contundente, dejó a la sala sin palabras y expuso otro lado de St. Louis: el de un entrenador bajo una presión abrumadora, que intenta lo mejor que puede proteger a su equipo mientras maneja expectativas excesivas del mercado de Montreal.

La respuesta de St-Louis también puso de relieve el papel de los periodistas deportivos en Montreal.

Lorange, acostumbrado a hacer preguntas difíciles, vio su nombre en las redes sociales. Mientras algunos elogiaron su audacia, otros lo acusaron de tender una trampa en St. Louis al hacer una pregunta de doble filo.

“La pregunta fue mala, pero la reacción de St. Louis es peor. Esto no es digno de un entrenador. »

“La historia de amor entre Lorange y St-Louis continúa… ¡pero parece que va mal! »

“Si un periodista no puede hacer una pregunta difícil sin ser humillado, tenemos un problema. »

Lo que parecía una reacción espontánea de Martin St-Louis en una conferencia de prensa fue en realidad una maniobra finamente orquestada.

Al humillar a Simon-Olivier Lorange delante de sus compañeros y en directo en las redes sociales, el técnico canadiense demostró que sabía perfectamente lo que hacía.

El periodista de La Presse, ya poco apreciado por el técnico, se convirtió en el objetivo ideal de un St-Louis visiblemente agotado, pero también estratégico en la gestión de las críticas.

Tan pronto como Simon-Olivier Lorange formuló su pregunta sobre la gestión de Cayden Primeau, la tensión aumentó. St-Louis no sólo respondió secamente, sino que atacó metódicamente al periodista en cuestión:

Esta respuesta, lejos de ser improvisada, parecía dirigida directamente a Lorange, un periodista con el que St-Louis mantiene relaciones tensas desde el principio.

¿Por qué él y no otra persona? Porque St-Louis sabía que Lorange no tenía el capital mediático ni los aliados necesarios para defenderlo.

Nunca se habría atrevido a hacer semejante comentario frente a un periodista “querido” como Renaud Lavoie. Pero con Lorange, el objetivo era fácil y St-Louis aprovechó la oportunidad para enviarlo debajo del autobús.

El efecto de la salida de St-Louis no se hizo esperar. Las redes sociales, siempre dispuestas a reaccionar, se burlaron ampliamente de Lorange.

Los comentarios se multiplicaron, desde burlas de su pregunta hasta ataques personales a sus habilidades periodísticas.

“Con la cantidad de preguntas estúpidas que recibe todos los días, es bueno que no se ponga de los nervios con más frecuencia. »

“No es fácil ser periodista en Montreal, pero Lorange debería haber pensado antes de hacer una pregunta tan incómoda. »

“Siempre es el mismo periodista el que hace este tipo de preguntas… No es de extrañar que lo pongan en su lugar. »

St-Louis, al apuntar a un periodista ya criticado en las redes, sabía que contaría con un inmenso apoyo de algunos aficionados y observadores.

¿El resultado? Una auténtica oleada de comentarios negativos hacia Lorange, que amplifican la humillación pública.

¿Por qué exactamente St-Louis atacó a Lorange? Según varias fuentes internas, el técnico del CH nunca ha ocultado su enfado hacia el periodista de La Presse.

Percibido como demasiado crítico, incluso impertinente, Lorange planteaba a menudo preguntas que cuestionaban la gestión del equipo o las decisiones del entrenador.

Al humillarlo públicamente, St. Louis no sólo expresó su frustración, sino que también envió un mensaje claro a todos los periodistas: está dispuesto a tomar represalias si las preguntas cruzan una línea que considera irrespetuosa.

Pero esta estrategia tiene un doble filo. Si St-Louis ganó la batalla de las redes sociales, esta maniobra también podría percibirse como un intento de intimidar a los medios de comunicación.

En un mercado como Montreal, donde la prensa deportiva es un pilar central de la cultura del hockey, esta tensión podría resultar contraproducente.

Al atacar a Simon-Olivier Lorange, Martin St-Louis logró su jugada: desviar la atención de los problemas de su equipo y al mismo tiempo satisfacer un rencor personal.

Lorange, ya en una posición frágil, sufrió burlas y críticas por parte de un público en gran medida comprometido con la causa de San Luis.

Sin embargo, esta salida deja un sabor amargo. Al optar por atacar a un periodista en lugar del tema en sí, St-Louis expuso un lado menos glorioso de su liderazgo.

Y si este golpe le permitió ganar una batalla, podría haber comprometido la guerra a largo plazo con una prensa de Montreal conocida por nunca olvidar.

Para Simon-Olivier Lorange, el incidente representa un crudo recordatorio de los desafíos que implica ser periodista deportivo en Montreal.

Cada pregunta formulada puede interpretarse como un ataque o un intento de exponer los defectos de una organización que ya está a la defensiva.

Para Martin St-Louis, esta liberación demuestra una tensión creciente hacia este periodista en particular.

Como líder de un equipo en reconstrucción, sabe que se le juzga no sólo por los resultados, sino también por su capacidad para mantener una imagen de calma y control en tiempos difíciles.

En Montreal, donde el hockey es una religión, la presión sobre los entrenadores, jugadores e incluso periodistas llega a veces a un punto límite.

La pregunta sigue siendo: ¿Podrá Martin St-Louis mantener la calma en este mercado implacable?

¿Y Simon-Olivier Lorange se atreverá a levantarse o se esconderá de la siguiente pregunta?

En cualquier caso, el mensaje es claro: el canadiense se encuentra en una encrucijada crítica y cada palabra, cada gesto, puede marcar la diferencia en St. Louis.

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