Westerlo es cada vez más ambicioso. El club quiere seguir fortaleciéndose deportivamente, pero también dotarse de infraestructuras de última generación.
La situación financiera de Westerlo se ha deteriorado este año. Las pérdidas alcanzaron los 60 millones de euros y las deudas aumentaron hasta los 40 millones. Hasan Cetinkaya, vicepresidente del club, explica que esto no es anormal: “Estas cifras pueden justificarse por las inversiones. Lo que hemos logrado aquí en los últimos años no tiene precedentes en Bélgica”.
Hay que decir que la dirección no se salvó: “El complejo de jugadores costó al final diez millones de euros”, explica. “La visión del señor Oktay era crear un club atractivo. No sólo lo actualizamos, sino que lo reconstruimos desde cero”.
¿El Kuipje es demasiado pequeño para las ambiciones de la junta directiva?
Y los campinois no pretenden quedarse ahí: “Ha llegado el momento de cambiar el modelo de negocio y generar más ingresos. El objetivo es equilibrar las cuentas esta temporada”.
Pero esto no afectará la ventana de transferencia: “No, el foco de las inversiones ahora se centra exclusivamente en el desarrollo deportivo. Seguimos invirtiendo en el equipo porque el crecimiento deportivo sigue siendo nuestra prioridad”.
Westerlo también está trabajando en un nuevo estadio: “Será un estadio multifuncional que estará abierto los siete días de la semana con oficinas, una zona comercial, restaurantes, etc. Para ello estamos buscando inversores y socios comerciales”.