Es una de las personas que encarnan el Stade Briochin. En trece años, James Le Marer se ha consolidado como una figura imprescindible en el club, ocupando durante diez años los cargos de capitán del primer equipo, entrenador juvenil y referente de los educadores en las categorías U10 a U15. Hoy es uno de los pilares de los Grifos.
Este jueves 13 de diciembre nos encontramos con él en el estadio Fred-Aubert. Con una sonrisa franca en los labios, el pleubiannais estrecha manos a derecha e izquierda. “Aquí conozco un poco a todo el mundo”, confiesa antes de iniciar el entrenamiento sub-16. A su edad, él tenía el mismo sueño: llegar al nivel profesional. Así, unos meses antes de colgar la camiseta, que disputa su última temporada, James Le Marer accedió a hablar de su vinculación al Stade Briochin.
De la División Honorífica a la Nacional
En 2012, James Le Marer tiene 20 años y juega en el Stade Paimpolais cuando es descubierto por Sylvain Didot, ex entrenador de los Griffons. Le pidió que se uniera al Stade Briochin en la División Honoraria (equivalente a la Regional 1). “El club quería entonces volver al nivel profesional”, recuerda el jugador. Será uno de los artífices de este ascenso, como capitán. En una década, ha experimentado tres ascensos consecutivos, hasta el Nacional, en 2020. “Todo estaba ahí para que todo saliera bien, y salió bastante bien”, recuerda James Le Marer. Incluso el descenso a la Nacional 2 no apaga su optimismo: “El club tiene la ambición de volver a conectar con la Nacional en los próximos años”.
Todo se juntó para que todo saliera bien, y salió bastante bien.
Le gustaría entrenar en Nacional
Paralelamente a sus actuaciones sobre el campo, James Le Marer nunca ha dejado de entrenar. La Sub-16 durante dos años. Toda la semana y el sábado. Los U10/U11, U12/U13 y U14/U15 antes que ellos. “Espero que los jóvenes lo den todo en los entrenamientos y en cada partido”, afirma el técnico, entre dos instrucciones tácticas. No son muchos los de su nivel que tienen esa condición de educador-jugador a nivel Nacional. Lo ve como un puesto “enriquecido” a nivel personal. “Es accesible, con una empatía natural. En su papel de educador, es necesario, importante”, subraya Guillaume Allanou, presidente del club y entrenador del primer equipo. Con una buena dosis de exigencia, además. Después de haber pasado de entrenador joven a entrenador experimentado de jóvenes, hoy a James Le Marer le gustaría seguir progresando. Entrenador “lo más alto posible”. ¿Por qué no Nacional?
¿Derrotar a una Ligue 1, en su última temporada?
Una vez finalizado el entrenamiento sub-16, James Le Marer cambia la chaqueta de profesor por la camiseta de los Griffons. El capitán se prepara para el próximo encuentro del equipo: el sábado 21 de diciembre, el Stade Briochin recibirá al Le Havre para la 32ª final de la Copa de Francia. “Es el único partido que me faltaba en mi carrera aquí, jugar contra una Ligue 1, así que no puedo esperar”, respira James Le Marer, de 33 años en el reloj. “Además de eso, tenemos un pequeño porcentaje de posibilidades de aprobar. Ése sería el sueño: ¿por qué no vencer a la Ligue 1 en mi última temporada? »
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