Con ocho días de diferencia, Quimper registró dos resultados en casa diametralmente opuestos: una derrota por 0-3 contra Chamalières y una victoria por el marcador contrario por 3-0 contra Marcq-en-Barœul.
“No veo realmente ninguna explicación para esta inconsistencia”, eludió el sábado por la noche François-Xavier Garnon, el entrenador de Cornualles, tal vez para proteger a su grupo.
Del 16 al 67% en recepción para Joffrin
Las estadísticas de estos dos partidos, sin embargo, revelan una tasa de recepción insuficientemente buena, de sólo el 16% para Alexia Joffrin, libero del QV29, en una mala noche contra los auvernenses (41% para todo el equipo) y por encima de los estándares (67%). Para el mismo jugador, elegido MVP ante Marcq.
Con esta calidad de recepción, Pauline Martin podía recurrir a sus centrales y destacar a sus atacantes, que por tanto eran necesariamente más eficaces.
Las de Cornualles apenas tienen tiempo de saborear este éxito cuando ya se avecina el último viaje del año, que además es el primero del grupo de vuelta.
¿Fatiga de Mulhouse?
Es en Alsacia donde buscarán, este miércoles por la noche, jugar al aguafiestas contra las Mulhousiennes, segundas en la clasificación pero no invencibles en casa, como lo demostraron los equipos de Vandoeuvre y… Marcq-en-Barœul, victoriosos en tres sets.
Así pues, si Quimper se presenta armado con las mismas intenciones, no está prohibido soñar con una posible hazaña, ya que Mulhouse siente el cansancio de una agenda muy ocupada, entre su campaña europea que terminó la semana pasada con una derrota en cinco sets ante el club turco Aksaray y su viaje el fin de semana anterior a Cannet, donde volvió a disputar cinco sets (victoria 3-2).
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