Una experiencia típicamente americana, Jumpshot ofrece, basándose en el modelo de los bolos y del Top Golf, la oportunidad de competir con tus amigos en una competición de tiro a canasta. Entre espectáculos de luces, pantallas gigantes que retransmiten partidos deportivos y menús bien surtidos, los creadores esperan poder desarrollar el concepto a partir de 2025.
Publicado el 17/12/2024 09:35
Actualizado el 17/12/2024 09:36
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Un nuevo tipo de establecimiento debería abrir pronto sus puertas en Estados Unidos. Un lugar para comer, beber, ver deportes (nada nuevo hasta ahora) pero también jugar al baloncesto: Jumpshot. Se espera el primer establecimiento en 2025.
El trazado será el mismo que el de una bolera, pero la pista y los bolos se sustituirían por una pista de aproximadamente 13 metros de largo y 3 metros de ancho con una canasta. Canasta cuya altura y distancia se pueden modificar para cambiar las condiciones de juego. Aquí no hay lugar para partidos uno contra uno sino concursos de tiro. En su nota de prensa, Jumpshot menciona una superficie de 4.500 m2 con una cincuentena de estos pasillos y cada vez sillones para acomodar a grupos de seis personas. Los proyectores y los espectáculos de luces también contribuirán a crear una sensación de inmersión para los jugadores. A ello se suman las pantallas que retransmiten partidos deportivos así como la posibilidad de pedir comida y bebida. Un menú muy americano, con patatas fritas, alitas de pollo y hamburguesas en la carta.
Un concepto inspirado en otro deporte: el Top Golf. En Estados Unidos, estos espacios son muy comunes. Hay uno muy cerca del aeropuerto de Los Ángeles u otro detrás de alguno de los hoteles del Strip de Las Vegas, por ejemplo. El principio es el mismo: cómodos bancos para charlar, beber, pasar un buen rato, pero también palos de golf, como en un campo de prácticas clásico. Las bolas están equipadas con sensores para medir distancias y precisión. Por lo tanto, el objetivo es un poco diferente de una ronda en un campo de 9 o 18 hoyos, pero el puro placer del golf, para muchos, sigue siendo golpear la pelota.
Lanzado en Inglaterra antes de expandirse internacionalmente a Estados Unidos, Australia, Alemania, México, Emiratos Árabes Unidos y Tailandia, el deporte no atrae a los puristas del golf -un deporte tradicional por excelencia-, pero los jugadores dominicales parecen apreciarlo. Entre ellos, los creadores de Jumpshot, quienes se dijeron que el concepto debería aplicarse a su deporte favorito, el baloncesto.
Queda por ver si puede llegar a ser lucrativo. Para ir al campo de prácticas de golf, hay que pagar y alquilar el equipo, o traer el suyo, pero las canastas de baloncesto, sobre todo en Estados Unidos, están por todas partes, y el acceso gratuito, sobre todo, al aire libre. Además, el golf sigue siendo un juego individual, mientras que en el baloncesto las competiciones de tiro sin jugar pueden volverse aburridas rápidamente.
Los creadores de Jumpshot, sin embargo, convencieron a grandes nombres de la NBA para que los apoyaran, como Kenyon Martin, Detlef Schrempf y Grayson Allen. El jefe, Derrick Mayes, es un ex jugador de fútbol americano, campeón con el equipo Green Bay Packers en 1996. Jumpshot considera que el mercado tiene potencial, mientras que 28 millones de estadounidenses juegan al baloncesto, veinte veces más en todo el mundo.