Cuatro hijos profesionales
Sin embargo, Conceiçao todavía vive en Oporto. Él engaña su aburrimiento corriendo. A menudo. Algunos seguidores que lo conocen dicen que es un entusiasta del jogging. Pero el fútbol está lejos de haber abandonado su vida. Cuatro de sus hijos juegan al alto nivel.
Un mentor de Renard vendrá a observarlo: por eso Luciano D’Onofrio estará en las gradas del Anderlecht-Porto
Empezando por Francisco, cedido por el Porto a la Juventus al final del mercado de fichajes de verano. Sergio ya ha viajado varias veces a Turín para sus partidos. Rodrigo lleva varios meses esperando la visita de su padre al FC Zurich, tras su operación de rodilla.
Sergio Junior, que pasó por Seraing, juega en el Arnorthosis (Chipre) pero sigue sancionado por varios partidos. Joder, no se puede mentir… Al que más ve el viejo Rouche es al final a Moisés. Juega en Anadia, en la D3 portuguesa. Su oportunidad es jugar en un club cercano a la casa de Conceiçao. Como José, el más joven, que está en la cantera del FC Porto.
Está esperando un club C1
El entrenador sigue viendo muchos partidos. Especialmente desde su sofá. Quiere mantenerse actualizado y listo para un nuevo desafío. Su objetivo: encontrar un banquillo. No lo más rápido posible pero sí en las mejores condiciones. Con un salario anual de 3 millones de euros cuando entrenaba al Porto, no tiene prisa.
Rechazó posiciones en Arabia Saudita y Brasil. Está esperando un club de la Liga de Campeones. Fue convocado para la Lazio y el AC Milan la temporada pasada. Su reputación marcará la diferencia. Todo el mundo conoce su carácter explosivo y su faceta intervencionista, pero nadie podrá arrebatarle los 11 trofeos conseguidos en el Porto con un presupuesto reducido. RVP