El fútbol siempre se trata más de mucho dinero, pero el dinero ha estado en el centro del debate durante mucho tiempo.
Hay uno que quizás lo sabe mejor que los demás, aquel que tuvo que tomar una decisión crucial cuando su carrera había llegado a un momento complicado. De hecho, Enzo Scifo estuvo cedido en el Burdeos durante dos años, pero las cosas no salieron según lo previsto.
Una situación complicada
“Estuve cedido en el Burdeos, un préstamo de 80 millones de francos belgas para dos temporadas. Era mucho dinero. Con una cantidad así compramos un jugador y yo estaba cedido. Pero el segundo año las finanzas “No estuvimos bien en Burdeos y luego decidimos no continuar para no pagar el segundo año que pertenecí al Inter”, explica el ex Diablo a Philippe Vande Walle en el podcast TOF Sport;
Y Scifo continúa: “Un día, un periodista de L’Equipe me llamó diciendo: ‘Escucha Enzo, nos pidieron que no te hiciéramos más entrevistas pero no quiero hacer ninguna’. No entendí. No sabía que existían todos estos problemas financieros”.
“Me dio ganas de volver a jugar”
“Este periodista me dio la oportunidad de hacer la entrevista y me preguntó si estaría listo para jugar en un club francés. Le dije que sí pero con una condición, la de jugar la Copa de Europa. Eso fue lo de menos porque Jugué la Copa de Europa todos los años”, afirma.
El periodista respondió entonces que sólo un club tenía un solo extranjero, mientras que podría haber dos, el Auxerre: “Le dije, si es así, me iré inmediatamente. Entonces Guy Roux me llamó y me preguntó si era cierto”. . Le dije que sí y me dijo que si todos hacían concesiones, él haría cualquier cosa para tenerme.
“Dos días después, nos encontramos en un hotel de Orly con los dirigentes del Inter, los del Burdeos, Guy Roux y el presidente del Auxerre, mi padre y mi abogado. Estuvimos diecisiete horas en una habitación, no pudimos. aguantar más. Finalmente decidí reducir mi salario en tres, era la única solución para poder jugar allí”, añade Scifo.
Y para concluir: “Cuando digo que las elecciones son importantes, esa era una de las elecciones. Durante tres o cuatro años comencé a ganarme la vida bien y eso también era una meta. Pero me dije que lo más importante era “No es eso, no estaba contento, no jugaba, estaba entrenando mal. Guy Roux fue el detonante, él tuvo las palabras, la manera de integrarme me devolvió el placer de jugar y mi carrera se reanudó”.