Pero ese día nada fue sencillo: Pelé encontró en su camino a un excelente portero en la persona del argentino Andrada. Hasta este partido del 19 de noviembre, este último sólo había perdido de penalti, en dos ocasiones, ante “O’Rey”. Emocionado, Andrada rechaza todos los intentos de Pelé, en particular disparando un derechazo exterior que se dirigía hacia la escuadra. ¡Y cuando no es el portero argentino, es el larguero el que lo detiene! “Pelé estaba loco, insultaba a todos”Andrada testificará en un especial de Pelé de France Football, el 28 de diciembre de 1999. Y para contar el fatídico momento, en el minuto 78 de juego: “ Pero faltando apenas un cuarto de hora para el final se coló entre nuestros porteros, se lanzó y el árbitro Amaro Santos pitó penalti. Incluso nuestros seguidores cantaban “¡Pelé, Pelé!”. Me acerqué y le dije: “Te deseo buena suerte en este momento tan esperado, pero haré todo lo posible para arruinartelo…”.
