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“Cuando realizamos reformas, se renuevan algunos elementos”, señala Christian Pesch. Se trata de descubrir qué es necesario reemplazar”. Las cifras confirman esta observación: la construcción del terreno A en La Bâtie costó 1,63 millones en 2019. Su renovación se estima en 1,33 millones. En Vessy, en 2018, la construcción del campo de rugby costó 2,2 millones. Su restauración está presupuestada en 1,49 millones. Aún más sorprendente, en Bout-du-Monde, en 2014, la transformación de dos campos estabilizados en sintéticos costó 2,19 millones. Renovarlos cuesta 2,52 millones.