Al mercado comercial rara vez le faltan rumores interesantes, y la idea de un intercambio entre Trevor Zegras de los Anaheim Ducks y Kirby Dach de los Montreal Canadiens está haciendo reflexionar a algunos fanáticos.
Por un lado, el extravagante Zegras, un central creativo que no oculta su preferencia por jugar en el centro y que fácilmente podría revitalizar un ataque de Montreal en busca de consistencia.
Por el otro, Kirby Dach, cuya versatilidad y solidez lo convierten en un activo subestimado.
Pero si bien el comercio parece prometedor, un análisis más detallado sugiere que puede no ser una buena opción para el canadiense.
Trevor Zegras no necesita presentación por sus habilidades o su estilo en el hielo.
Sus temporadas de 61 y 65 puntos con los Ducks demuestran que es capaz de hacer brillar a quienes lo rodean.
Montreal, que busca refuerzo en la posición de segundo central, podría beneficiarse de un jugador de este calibre.
De hecho, después de pruebas menos convincentes con Kirby Dach en el centro, el CH desplazó a este último al ala derecha de la primera línea, dejando un vacío en el centro de la segunda línea.
Zegras, con su talento en bruto y su inteligencia de juego, sería una gran incorporación a los jóvenes talentos del canadiense.
Pero aquí está el problema: Zegras no se contenta con jugar en el centro, quiere absolutamente ese papel.
Sin embargo, en un equipo que valora la flexibilidad, esta terquedad podría convertirse en un problema.
Quiere controlar el juego desde el centro y expresa abiertamente su malestar en la banda, posición que requiere una adaptación constante.
Y aunque su perfil ofensivo encaja bien con el ADN que Kent Hughes y Martin St-Louis quieren para el CH, su insistencia en su posición podría romper el equilibrio buscado dentro de la alineación.
Por el lado de los Ducks, Kirby Dach representa un jugador más equilibrado.
Menos espectacular que Zegras, sin duda, pero también más versátil y estable defensivamente.
Dach se ha adaptado a un papel en la banda derecha, al tiempo que demuestra que también puede asumir el papel de central cuando sea necesario.
Su contrato más asequible (3.362 millones por año frente a 5,75 millones de Zegras) también permitiría a los Ducks mantener la flexibilidad financiera.
A largo plazo, Dach podría incluso evolucionar como un pilar en su reconstrucción, aportando robustez y un importante potencial ofensivo.
Aunque un dúo Suzuki-Zegras suena impresionante sobre el papel, hay varias razones por las que Kent Hughes sería cauteloso antes de lanzarse a un acuerdo de este tipo.
Primero, el coste salarial de Zegras.
Con un salario que supera al de Dach en casi dos millones, unirse a Zegras significaría comprometer el presupuesto de un equipo que debe hacer malabarismos con las próximas extensiones de contrato para sus jóvenes promesas.
Luego está la cuestión de la flexibilidad.
Dach ha demostrado que puede jugar en diferentes posiciones y adaptarse a las necesidades del equipo.
Zegras es mucho más categórico: quiere jugar en el centro y punto.
E incluso si este puesto estuviera actualmente vacante en CH, ¿qué pasaría si el equipo quisiera revisar sus tríos?
Finalmente, debemos considerar el impacto en la dinámica del equipo.
Dach encaja bien en el sistema de juego de St. Louis, donde la versatilidad y el esfuerzo colectivo son esenciales.
Zegras, aunque talentoso, podría resultar una elección arriesgada, especialmente en un equipo que aún se encuentra en la fase de construcción y desarrollo.
Un intercambio Zegras-Dach podría parecer, a primera vista, un golpe maestro para mejorar la ofensiva del canadiense.
Pero Kent Hughes, que se ha centrado constantemente en la flexibilidad y adaptabilidad de su equipo, haría bien en no comprometer este equilibrio para un jugador tan polarizador.
Entre la flexibilidad y el ego, a veces hay que saber priorizar lo que fortalece al conjunto del equipo, y es precisamente aquí donde Kirby Dach ofrece un activo valioso que Zegras, a pesar de todo su talento, no puede garantizar.
Continuará…