Los seguidores del Aston Villa que acudieron a Jan Breydel se sorprendieron por el envejecimiento de las instalaciones: paredes húmedas, asientos rotos y baños en mal estado. Su indignación rápidamente recorrió las redes sociales.
Los aficionados del Aston Villa que viajaron se quejaron de las instalaciones del estadio Jan Breydel. Este templo del fútbol es tan antiguo que salta a la vista. El agua rezuma de las paredes, los cables eléctricos son visibles y los baños están en malas condiciones.
Algunos incluso han comparado el estadio con el de Birmingham, que tampoco está en excelentes condiciones. “Parece que gastaron 10 millones en renovaciones”, bromeó un partidario.
En las redes sociales han circulado fotos de los urinarios. “Esto debería ser ilegal”, comentó un usuario, expresando disgusto.
Y eso no es todo: los asientos, en su mayor parte, estaban en condiciones deplorables, muchos simplemente rotos. La tribuna de visitantes, por su parte, ni siquiera ofrece protección contra las inclemencias del tiempo. En resumen, el Club Brujas fue duramente criticado.
