El espacio verde del colegio Dombresson será el escenario de un evento deportivo insólito: se dispondrán cuatro círculos de aserrín para recibir a los luchadores del 105º festival cantonal suizo de lucha de Neuchâtel, los días 18 y 19 de mayo. El sábado competirán 120 luchadores de toda la Suiza francófona, entre ellos seis coronas federales. Son los jóvenes luchadores quienes tendrán el honor de cerrar el evento del domingo. El evento estará realzado por las trompetas, la charanga, el club de acordeón y el club de yodeler de Val-de-Ruz. El premio acumulado, en especie según lo exige la normativa, será sustancial y todos los participantes serán recompensados. El ganador se marchará con un ternero toro de un año de edad de la raza Simmental. Los organizadores no han escatimado esfuerzos para respetar la tradición y completar un presupuesto de 100.000 francos: “Para nosotros, el principal desafío es sobre todo mantener este festival anual, asegurando su organización cada tres años, según un tournus establecido entre los tres clubes. en el cantón”, explica Edouard Stähli, presidente del club de lucha de Vignoble.
Para los tres clubes de Neuchâtel, el Festival Cantonal es una buena manera de mostrar su deporte. La tradición de la lucha libre suiza no está muy arraigada en el cantón, pero interesa a algunos jóvenes. De los 160 luchadores de entre seis y dieciséis años inscritos en el festival de Dombresson, una treintena proceden de dos clubes de Neuchâtel, los de Vignoble y Val-de-Travers. “Afortunadamente hoy en día tenemos jóvenes que se implican mucho en el entrenamiento, aunque no necesariamente compitan”, opina Edouard Stähli.
El 105º Festival Cantonal de Lucha de Neuchâtel servirá también como escenario clasificatorio para la celebración conmemorativa del 125º aniversario de la Federación Suiza que se celebrará este verano en Appenzell. /mne
