El boxeador Ryan García afirma haber interpretado al actor en las semanas previas a su histórica victoria contra Devin Haney el sábado en Brooklyn. El estadounidense había causado seria preocupación por su estado mental debido a su comportamiento tan particular.
Así que, al menos según el principal interesado, todo era sólo un juego. Ryan García (25 años, 25-1, 20 KOs) explicó que hizo comedia en las semanas previas a su pelea ganada contra Devin Haney (25 años, 31-1, 15 KOs) el sábado en Brooklyn. El boxeador estadounidense había planteado dudas sobre su estado mental tras varios vídeos muy inquietantes publicados en las redes sociales. En particular, confesó que lo habían atado a una silla para ver escenas de tocamientos a niños. También negó estar muerto, degollado en un vídeo que supuestamente pretendía tranquilizar a sus seguidores pero que tuvo el efecto contrario.
“Hacer que todos piensen que me estoy volviendo loco”
La antología de rarezas se prolongó justo antes de su pelea con un pesaje fallido y fuertes insultos hacia varios interlocutores. Pero todo fue un juego, asegura. A pocos días de su victoria sobre Haney, poseedor del cinturón superligero del CMB, por decisión mayoritaria, el estadounidense explica que ha estado actuando todo este tiempo.
“Grabamos previamente estos vídeos hace meses”, dijo en el podcast de PBD. “Pensé, voy a hacer que todos piensen que me estoy volviendo loco. Voy a hacer esto, voy a hacer aquello, mira, se llamará ‘El Gran Escape’. Lo documenté todo. Ya lo había planeado semanas y semanas atrás, no sé qué me hizo tener esta idea”.
Ya había gritado su alegría por haber ejecutado su plan en el ring luego de su victoria en una feroz pelea contra el hasta entonces invicto Haney. “¿De verdad pensaste que estaba loco?”, se regocijó ante el público.
“Un día decidí hacer todo lo posible y comprometerme con un plan que tenía, y no iba a ceder por nadie”, añadió el miércoles. “No importaba si iba a este podcast o al de cualquier otra persona; actuaba esporádicamente, como un loco”. Asegura que todo fue calculado, hasta su lenguaje corporal. “Lo hacía con la nariz y fingía que era sólo un tic”, añadió en referencia a las acusaciones de consumo de cocaína a las que fue sometido.
Por otro lado, asumió la responsabilidad de su consumo de alcohol. “A veces bebo un poco durante el entrenamiento porque me gusta beber”. El resto de su carrera está sujeto a muchas preguntas. El boxeador no recuperó el cinturón del CMB por faltar al pesaje.
