La Unión Ciclista Internacional experimentó con el sistema de tarjetas amarillas para mejorar la seguridad en las carreras entre el 1 de agosto y el 31 de diciembre de 2024. Luego de este experimento, ajustó su normativa para su implementación en 2025 en carreras WorldTour, ProSeries, Juegos Olímpicos, Campeonatos Mundiales (Élite y Espoirs) y Campeonatos Continentales (Élite y Espoirs).
Si los comisarios no identifican al corredor (o miembro de un equipo) autor de un acto que merece una tarjeta amarilla, su director deportivo en carrera deberá identificarlo.e informar de ello al colegio de comisarios. En caso de incumplimiento de esta obligación, se impondrá una multa de 2.000 CHF al equipo o al director deportivo del equipo.“, añade el reglamento.
LAS SANCIONES NO CUENTAN
Hay tres niveles de suspensión: siete días de suspensión para dos tarjetas en el mismo evento, 14 días para tres tarjetas en 30 días y 30 días para seis tarjetas en un año (período continuo de 52 semanas).
La UCI precisa que no hay sanción adicional cuando, por ejemplo, la sexta tarjeta en un año coincide con la tercera en 30 días, sólo se aplica la suspensión más larga. La suspensión en estos tres casos comenzará siempre al día siguiente de la concesión de la tarjeta amarilla que da lugar a dicha suspensión.
La suspensión no podrá cumplirse durante las vacaciones de invierno del WorldTour. Así, en el último día del calendario WorldTour, masculino o femenino, el periodo de suspensión queda congelado para reanudarse el primer día del calendario de la temporada siguiente.
PEZ PILOTO SEGUIDO
El periodo experimental al final de la temporada sirvió también para añadir una infracción al catálogo de sanciones. Al final de la segunda etapa del Tour de Francia Femenino, Barbara Guarischi se levantó durante el sprint para comentar con los auriculares el sprint perdido de su compañera Lorena Wiebes. Ese día abrió la historia de las tarjetas amarillas y los comisarios la sancionaron por comportarse en peligro durante el sprint y la multaron con 100 francos suizos.
Este incidente, y muchos otros anteriores, dieron lugar a un nuevo artículo en el catálogo de sanciones ya previstas en caso de sprint irregular. A partir de 2025 un corredor que “desacelera durante un sprint y pone en peligro a otros corredores (un compañero de equipo de un velocista se mantiene deliberadamente en línea con otros velocistas, celebra en el pelotón, habla por radio o quita las manos del manillar dentro del pelotón)” será sancionado con una multa, descenso al último puesto de su grupo y/o una tarjeta amarilla.
El pez piloto ya no podrá transformarse en una chicane andante.