Un ex vendedor de perritos calientes condenado en Poitiers

Un ex vendedor de perritos calientes condenado en Poitiers
Un ex vendedor de perritos calientes condenado en Poitiers
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El “cueste lo que cueste” para mantener las empresas, esta solidaridad nacional a favor de la economía durante la pandemia de Covid-19, fue muy apreciada por los profesionales de la restauración. En particular, las ayudas concedidas en el marco del fondo de solidaridad para compensar las pérdidas de volumen de negocios. Pero hubo algunos errores.

Una multa suspendida y la obligación de devolverla

¿Fue este el caso del gerente de la marca de perritos calientes Ted’s, en Tours, cuya historia fue mencionada ante el tribunal penal de Poitiers, el jueves 10 de octubre de 2024?

Entre mediados de agosto de 2020 y finales de mayo de 2021, el restaurador había presentado catorce solicitudes para apoyar su negocio por un importe total de 54.000 euros. En 2019, año en el que se basaría la ayuda financiera especial Covid-19, no se declaró ningún volumen de negocios. Los detectives del servicio fiscal acabaron demostrándolo. El 31 de julio de 2022, la dirección departamental de finanzas públicas de Indre-et-Loire denunció los hechos al fiscal de Poitiers. El antiguo jefe (el negocio desapareció a finales de 2021) se había trasladado a Viena.

“Es legítimo castigar a quienes no jugaron el juego”

Si a las solicitudes correspondía la cantidad de 54.000 €, los servicios tributarios determinaron que el importe recaudado indebidamente ascendía a 21.680 €. Ausente de la audiencia, el treintañero fue escuchado en una audiencia gratuita en la brigada de gendarmería de Ormes. Luego explicó a los soldados que su madre se ocupaba de la contabilidad del restaurante y que él no había hecho esas solicitudes. “Pero él reconoce haber recibido esta ayudaadmitió su abogado. Actualmente vive con sus padres. Lleva cuatro años deprimido y ni siquiera pidió la RSA: no se veía pidiendo dinero público para vivir de este pasivo. »

Un cronograma establecido para pagar

“¡Una forma de arrepentimiento anticipado! »Sonrió el presidente del tribunal. No era probable que el análisis disipara al fiscal de Poitiers: “Mintió, este dinero le fue pagado y es la sociedad en su conjunto la que sufre. Es legítimo castigar a quienes no jugaron el juego”. Se solicitó una pena de cuatro meses de prisión con suspensión de la libertad condicional de dos años con obligación de pagar una indemnización.

Su abogado intentó cambiar la sentencia propuesta: “Hoy reconoce los hechos. Podemos culparle de su negligencia, de no haber supervisado suficientemente su empresa y sus cuentas. Desde finales de septiembre, ha establecido un calendario para pagar esta deuda, por un importe de 50 euros al mes. Pido clemencia hacia él. »

Los jueces declararon culpable al ex restaurador. Fue condenado a una multa suspendida de 5.000 euros y a devolver 21.680 euros a las finanzas públicas.

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