PROFESIONES PELIGROSAS | Virus peligrosos bajo el microscopio.

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Hay cuatro niveles de contención para el manejo de virus en los laboratorios de investigación. En Canadá, sólo dos laboratorios tienen la acreditación más peligrosa, la de nivel 4: la Organización para Vacunas y Enfermedades Infecciosas de Saskatoon y el Centro Nacional de Enfermedades Exóticas de los Animales de Winnipeg.

Desde 2020, el Hospital Universitario de Quebec cuenta con su laboratorio de contención de nivel 3, que permite el estudio de patógenos raros con potencial pandémico, como el COVID-19 y la gripe aviar.

Por razones de seguridad, El sol No se le permitió entrar al laboratorio.

Muchas etapas

Algunos virus manejados en este laboratorio no tienen vacuna ni tratamiento por el momento. La jornada de Mathilde Hénaut, investigadora del Hospital Universitario de Quebec, comienza leyendo sus correos electrónicos. Debe asegurarse de que no haya incidentes durante la noche.

Posteriormente son necesarios varios pasos antes de ingresar al laboratorio.

  • Verificación de diversos parámetros, incluido el diferencial de presión. “El aire sólo debe entrar y nunca salir”, explica;
  • Vestuario para retiro de ropa y efectos personales como joyas. Se pone ropa de trabajo. Ella también se cambia de zapatos;
  • Antesala para ponerse el traje impermeable, el equipo respiratorio, es decir, un respirador de aire motorizado, y varios pares de guantes.
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Mathilde Hénaut debe utilizar equipo de protección para trabajar en el laboratorio. (Hospital Universitario de Quebec)

Por el camino opuesto, Mathilde comienza por desinfectar su equipo antes de quitárselo. Tiene que darse una ducha antes de volver a ponerse la ropa de calle.

También deberá realizar diversos controles antes de partir.

Sin beber ni ir al baño

Durante su trabajo en el laboratorio seguro, la señora Hénaut no puede ir al baño. También es imposible beber ni comer.

“El proceso de entrada y salida es tan largo y costoso que no puedes darte el lujo de salir sólo a orinar o tomar un vaso de agua. Entonces, nos condicionamos antes de regresar”.

— Mathilde Hénaut

La Sra. Hénaut debe asegurarse de estar lo suficientemente en forma y saludable para no sentirse mal.

“Estás un poco en modo de supervivencia cuando te quedas más de cinco horas seguidas. La parte más difícil es mantener la concentración porque manejamos patógenos en un nivel de concentración muy alto. Del orden de diez elevado a nueve partículas infecciosas distribuidas en sólo quinientos microlitros”, confiesa.

Entrega de ti mismo

“Realmente nos entregamos. No es sólo mi cerebro, sino también mi cuerpo el que está disponible para la investigación”, continúa.

La pasión por la profesión es lo que motiva a Mathilde Hénaut. “No haremos una fortuna con la investigación académica”.

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Mathilde Hénaut (Québec Chu)

Cuando aparecieron los primeros casos de COVID-19 en Francia, Hénaut estaba trabajando en Montpellier, en un laboratorio similar al de Quebec.

“Todos los días estaba en el laboratorio de 8 a 21 horas tratando de entender cómo funcionaba este virus y encontrar estrategias para combatirlo. Fue muy intenso y podía dar miedo porque no lo conocíamos”, relata.

“Éramos como pequeñas hormigas en un hormiguero. Creo que es realmente nuestra pasión por la profesión y la curiosidad lo que nos ha mantenido adelante a lo largo del tiempo”, añade.

Pequeños virus, grandes daños

Cada día, el investigador se arriesga para encontrar curas para estos virus que son tan pequeños, pero cuyas consecuencias pueden ser dramáticas para los seres vivos y la economía.

Si todavía no existen vacunas para determinados virus, otros han sido erradicados con el tiempo gracias al trabajo de investigadores como Mathilde Hénaut.

>>>Mathilde Hénaut>>>

Mathilde Hénaut (Frederic Matte/El Sol)

Lamentablemente, enfermedades que pensábamos que nunca volveríamos a ver están empezando a reaparecer debido a la negativa de algunos adultos a vacunarse o a vacunar a sus hijos.

“La poliomielitis se detectó en Nueva York en 2022. El sarampión ha vuelto a Quebec. Los programas de vacunas implementados por los gobiernos no existen en vano. Es importante que el público en general los comprenda y los respete”, protesta la señora Hénaut.

Frente a los movimientos conspirativos y antivacunas que cobraron impulso durante la COVID-19, el investigador no siente ira ni resentimiento. Les invita a discutir con los científicos y a informarse correctamente antes de rechazar la vacunación.

“Ciertas enfermedades han causado estragos en la población en los últimos siglos. Sería lamentable que volviera por motivos ilegítimos. La mayoría de las veces, estos virus afectan a personas más jóvenes que aún no tienen inmunidad”, argumenta.

También pide a las organizaciones de salud pública y a los gobiernos una total transparencia y una clara divulgación científica para que la población sea realmente consciente de los problemas sin una vacunación adecuada.

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