l‘Índice de salud mental TELUS (ISM) de febrero de 2024 tiene una puntuación global de 63,2. Es una cifra inferior a la puntuación de 63,5 registrada en enero. En su informe ISM, TELUS Salud destaca que el puntaje de salud mental de los trabajadores canadienses ha caído a un nivel comparable a los alcanzados durante la pandemia de COVID-19.
Después de alcanzar un máximo de 65,2 en julio de 2023, la puntuación general del Índice de Salud Mental ha comenzado a bajar. Ha rondado los 63 puntos desde octubre de 2023. Según los puntos de referencia establecidos por TELUS Health, una puntuación de salud mental entre 50 y 79 se considera precaria. En el primer índice publicado en abril de 2020, la puntuación general de salud mental era 63.
El Índice de Salud Mental revela que en febrero de 2024, el 35% de los trabajadores canadienses tenían un alto riesgo de sufrir problemas de salud mental y el 42% un riesgo moderado. Sólo el 23% eran de bajo riesgo. Estos indicadores se han estancado. “Casi cuatro años después del lanzamiento de ISM en abril de 2020, vemos un aumento del uno por ciento en los trabajadores de alto riesgo y un aumento del dos por ciento en los trabajadores de bajo riesgo”, escriben los autores del informe.
El índice se basa en una encuesta mensual en línea realizada a aproximadamente 3.000 trabajadores canadienses. Con casi cuatro años de datos, su historia revela algunas tendencias recurrentes. Por ejemplo, los picos tienden a aparecer más en verano y los valles tienden a aparecer más en invierno. En febrero de 2023, la puntuación del índice general alcanzó un mínimo de 62,9. La puntuación global no había caído tan bajo desde diciembre de 2020, durante el segundo confinamiento vinculado a la pandemia de COVID-19.
Otra tendencia, la ansiedad y el aislamiento, siguen pesando sobre la moral de los canadienses. Entre las puntuaciones de salud mental secundaria, la ansiedad y el aislamiento ocuparon los niveles más bajos durante 22 meses consecutivos. “La ansiedad es la puntuación secundaria de salud mental más baja en casi dos años”, afirma el informe del ISM. Sus autores añaden que, con 56,3, la puntuación de ansiedad secundaria se acerca a los mínimos alcanzados durante la pandemia.
El siguiente gráfico muestra que, con la excepción del optimismo y el aislamiento, todas las puntuaciones de salud mental secundaria disminuyeron entre enero y febrero:
Rendimiento no óptimo
“Casi dos tercios de los trabajadores dicen que no están alcanzando su nivel óptimo de rendimiento”, podemos leer en el informe de TELUS Health.
Según el informe, los trabajadores jóvenes quieren un mejor apoyo de sus jefes. “Los trabajadores menores de 40 años tienen un 65% más de probabilidades de decir que necesitan un mejor apoyo de sus gerentes y colegas para desempeñarse mejor en el trabajo”, podemos leer.
Para mejorar su desempeño laboral, casi una cuarta parte de los encuestados dice que necesitaría un mejor apoyo de su gerente, y uno de cada cinco (21%) necesitaría recursos, herramientas o tecnologías más eficaces, señala el informe de TELUS Health. El 19% mencionó la necesidad de ejercer control sobre cómo realizan sus tareas y el 17% dijo que necesitaría un mejor apoyo de sus colegas.
Caída de la productividad
El informe revela además que el 70% de los trabajadores ha notado recientemente una disminución en su productividad. En este grupo, uno de cada siete trabajadores atribuye principalmente su caída de productividad al exceso de trabajo. El 13% lo atribuye principalmente a problemas personales, y el 11% a falta de propósito o interés en el trabajo. Finalmente, un 10% cita una enfermedad o problemas de salud física como principal causa de la caída de su productividad.
Los trabajadores que atribuyeron su disminución de la productividad principalmente a problemas personales tuvieron la peor puntuación de salud mental, 51,1. Esta puntuación está muy cerca de la demarcación de trabajadores en riesgo en términos de salud mental. Es 25 puntos inferior al de los trabajadores que no reportan caída de productividad (76,4), y 12 puntos inferior al promedio nacional de 63,2.
El trabajo trae felicidad
El cuatro por ciento de los participantes en la encuesta del Índice de febrero de 2024 dijeron que estaban desempleados y el 10 por ciento informó una reducción en el salario o las horas de trabajo desde enero.
Los participantes cuyos salarios cayeron tenían una puntuación de salud mental de 45,8. Esta es la puntuación más baja. A esto le sigue la puntuación de salud mental de 54,6 entre los participantes cuyas horas de trabajo se redujeron.
La puntuación de salud mental es mejor entre aquellos cuyo salario u horas de trabajo no han cambiado (64,3) y aquellos actualmente desempleados (64,6).
Por su parte, los trabajadores que participaron en la encuesta tuvieron una puntuación de salud mental más baja que los trabajadores del sector servicios, es decir, 62,5 frente a 62,7. Los trabajadores de oficina obtienen una puntuación mejor que ambos grupos, 63,6.
Los directivos tienen una puntuación de salud mental más alta que los no directivos, 64,4 frente a 62,5. Aquellos que trabajan para una empresa con entre 1.001 y 5.000 empleados tienen una puntuación de salud mental de 65,1, mientras que aquellos que trabajan para una empresa con entre 501 y 1.000 empleados tienen una puntuación de salud mental de 60,6.
Las disparidades son difíciles de eliminar
“Desde el lanzamiento del ISM en abril de 2020, las mujeres han tenido puntuaciones de salud mental significativamente más bajas que los hombres”, escriben los autores del informe TELUS Health. Informan que en febrero de 2024, la puntuación de salud mental de las mujeres era de 60,6, en comparación con 65,8 de los hombres.
El índice también reveló diferencias entre las puntuaciones de salud mental de los trabajadores con hijos menores y aquellos sin hijos menores. También han persistido desde el lanzamiento del Índice. Los trabajadores que tienen al menos un hijo menor obtienen una puntuación de salud mental más baja que los que no lo tienen, es decir, 60,6 frente a 64,5.
Otra constante desde el lanzamiento del Índice es que las puntuaciones de salud mental mejoran con la edad.
El dinero importa
Los trabajadores que no tienen un fondo de emergencia nuevamente tienen una puntuación de salud mental más baja, de 47,9. Se trata de una puntuación que se encuentra en la zona de riesgo, según los benchmarks establecidos en el Índice. El contraste es marcado en comparación con la puntuación general de salud mental de 63,2. Los trabajadores que cuentan con un fondo de emergencia obtienen una puntuación global de salud mental de 69,3.
Si se les diera $1,000 para gastar en atención médica, el 19% de los trabajadores usaría esa cantidad para controlar su peso. Otro 15% gastaría esos 1.000 dólares en su salud mental y el 12% en sus problemas de sueño.
Finalmente, el 11% los utilizaría para tratar su dolor crónico. El informe del Índice de Salud Mental revela que casi dos de cada cinco trabajadores (39%) dicen sufrir problemas crónicos de salud física, cognitiva, emocional, psicológica o mental.
