(La Habana) Cuba anunció el martes que 553 prisioneros serían liberados, luego de que Estados Unidos retirara a la isla comunista de la lista negra de Estados que apoyan el terrorismo, como parte de negociaciones bajo los auspicios de la Iglesia Católica.
Aurelia FIN
Agencia France-Presse
La sorpresiva decisión del presidente saliente Joe Biden de eliminar a Cuba de la lista negra de Estados Unidos, oficializada en un memorando publicado el martes por la Casa Blanca, es un “gesto de buena voluntad”, afirmó un alto funcionario estadounidense.
En el proceso, La Habana anunció la próxima liberación de 553 prisioneros.
“Como es costumbre en nuestro sistema judicial, hemos tomado la decisión unilateral y soberana de liberar a 553 personas condenadas por diversos delitos”, declaró en la X el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Poco antes, el Ministerio cubano de Asuntos Exteriores había indicado en un comunicado de prensa que a principios de enero “el presidente Díaz-Canel envió una carta al Soberano Pontífice” a tal efecto y que los detenidos en cuestión serían liberados “gradualmente”.
Las autoridades cubanas no han especificado si entre los que pronto serán liberados se encuentran cubanos que fueron condenados por participar en las protestas antigubernamentales de julio de 2021, las mayores desde el advenimiento de la revolución de Castro en 1959.
El alto funcionario estadounidense indicó que la decisión de Washington de sacar a Cuba de su lista negra debería alentar la liberación de un “número significativo de presos políticos”, incluso antes de la toma de posesión el lunes de Donald Trump, cuyo partido apoya una línea muy dura contra la isla. autoridades comunistas.
Unos días antes de ceder el poder a Joe Biden en enero de 2021, el ex y ahora futuro presidente republicano tomó exactamente la decisión contraria, la de colocar a Cuba en esta lista en la que también figuran Corea del Norte, Irán y Siria.
“Opinión divergente”
Es muy posible que Donald Trump decida volver a poner a Cuba en la lista después de llegar al poder.
Su futuro jefe de la diplomacia, el senador republicano por Florida Marco Rubio, construyó toda su carrera política apoyándose en la diáspora cubana anticastrista. Sus propios padres abandonaron Cuba hacia Estados Unidos en 1956, tres años antes de que Fidel Castro llegara al poder.
Joe Biden anunció el martes otras dos medidas unilaterales destinadas a apoyar las negociaciones actualmente en curso bajo los auspicios de la Iglesia católica.
El presidente demócrata suspende, por un lado, la posibilidad de presentar denuncias ante los tribunales estadounidenses por expropiaciones en Cuba y, por otro, levanta ciertas restricciones financieras.
El senador republicano Ted Cruz de Texas denunció inmediatamente la “inaceptable” decisión de sacar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Acusó a Joe Biden de buscar “socavar” el trabajo del futuro gobierno de Donald Trump y del Congreso de mayoría republicana.
Cuestionado sobre atar las manos del presidente electo republicano, seis días antes de su juramento, el alto funcionario ya citado aseguró que había “una opinión ampliamente compartida en ambos partidos (Nota del editor: demócrata y republicano), de que nadie debería ser detenido sin motivo en Cuba. »
Según cifras oficiales, unas 500 personas fueron condenadas a hasta 25 años de prisión por su participación en las protestas del 11 y 12 de julio de 2021.
Las ONG y la Embajada de Estados Unidos en Cuba contabilizan un total de mil “presos políticos” en la isla.
En febrero de 2023, un enviado del Papa Francisco pidió a La Habana la liberación de los manifestantes encarcelados.
La Iglesia Católica ha abogado por la liberación de prisioneros en el pasado. En 2010, Raúl Castro, entonces presidente, negoció con la jerarquía católica la liberación de poco más de 130 presos políticos, entre ellos 75 de la “primavera negra”, una ola de detenciones contra la disidencia.
El gobierno cubano niega la existencia de presos políticos y acusa a los opositores de ser “mercenarios” a sueldo de Washington.