“El capricho de los dioses” en la VUB, una obra maestra de Renaat Braem

Un edificio de 6.000 metros cuadrados con 720 ventanas que simboliza para Braem la búsqueda de la transparencia.

Renaat Braem es considerado uno de los arquitectos belgas más importantes del siglo XX. Sus grandes logros estuvieron marcados por su ideología socialista y por las prácticas que realizó con Le Corbusier en 1936-37. Siempre buscó incorporar el concepto de Ciudad Radiante e interpretarlo según la propia concepción de la sociedad. Quería construir para un mundo mejor, transformar la sociedad también a través del urbanismo y su arte.

Todavía podemos verlo en el rectorado de la VUB, que quiso simbolizar la filosofía de la Universidad cuyo lema es el examen libre. Para él, el edificio debía tener una forma simbólica y por eso prefirió la elipse al ángulo recto o círculo que había utilizado en 1964 para el edificio Glaverbel en Watermael-Boisfort. “porque tiene dos centros y por tanto está dotado de una cierta dinámica. Simboliza el antidogma”.

Descompartimentalizar

Las plantas del rectorado de la VUB se dividieron desde el principio en 1976 en oficinas, en contra del consejo de Braem. La restauración eliminó estos tabiques para encontrar un espacio abierto, un “espacio abierto”. Entonces podremos descubrir realmente el gran fresco, de 500 metros de largo, distribuido en seis niveles y que Renaat Braem imaginó y pintó en gran parte él mismo durante diez años, a veces con la ayuda de su esposa o de sus asistentes, hasta 1987, como los muralistas mexicanos.

Comienza en la planta baja con la creación del mundo y luego se desarrolla, en cada piso, con la creación de las plantas, los animales, luego el hombre y la mujer (en Braem el hombre sale del muslo de la mujer y no del otro). (y el ciervo que vemos pintado podría ser su firma, porque el ciervo “aulla” como el nombre del arquitecto) para llegar al quinto piso a la representación simbólica del hombre libre en una comunidad humana libre. Con el dibujo de un búho para la sabiduría y un águila para los ojos agudos como modelos a seguir por el rector.

Braem nunca completó el fresco y la restauración lo dejó tal como él lo había pintado.

El arquitecto de la Ciudad Modelo de Laeken y del pabellón de Middelheim quiso afirmar en este largo fresco los valores progresistas y humanistas de una universidad como la VUB. De pasada, Braem evoca tanto el nazismo como los excesos del capitalismo y la Iglesia.

Los servicios del rectorado están volviendo poco a poco al edificio renovado, a veces, lamentablemente, con muebles heterogéneos que perjudican de nuevo la visión del fresco.

La aventura de la arquitectura moderna en Bélgica

Una gran escalera circular de metal y madera sube a las plantas superiores y se ha continuado hasta llegar a la cubierta que, en el futuro, cuando se consiga el presupuesto, debería ser accesible al público. Renaat Bream también diseñó él mismo muchos elementos del mobiliario.

En el interior, los colores (naranja, azul, amarillo) y las omnipresentes curvas tienen un sorprendente aspecto biomórfico y orgánico. En el último período de su vida, a partir de los años 1960, Renaat Braem había iniciado un nuevo enfoque formal. Para él, la buena arquitectura debe ser la continuidad de los procesos naturales, debe volverse orgánica como los hongos. Luego hizo locuras, como la biblioteca municipal de Schoten.