Trompe l’oeil, puro placer de ilusión en el Museo Marmottan Monet

Trompe l’oeil, puro placer de ilusión en el Museo Marmottan Monet
Trompe l’oeil, puro placer de ilusión en el Museo Marmottan Monet
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CRÍTICA – La exposición ofrece una historia del género en 80 obras. Juguetón y extraño.

La anécdota es famosa. Quiere que el joven Giotto algún día pinte una mosca en la nariz de una figura hecha por su padre Cimabue. Tan cierto es que el maestro intentó varias veces expulsar al insecto de su trabajo. Esta ilusión es la de la “musca representa” o “mosca pintada”, un truco adoptado por todos los pintores que querían ser virtuosos, es decir capaces de imitar la naturaleza a la perfección.

En el museo parisino Marmottan Monet, donde la nueva directora de colecciones, Sylvie Carlier, ha montado una exposición de 80 pinturas y esculturas que resumen la historia del trompe l’oeil en Occidente, podemos encontrar esta “musca representa” en numerosas obras. Desde el de un padre Füssli (1706-1782) hasta Plato con 533 moscas del ceramista Pierre Ducordeau (1928-2018) a través de este falso bajorrelieve en falso yeso remendado del pintor algo prestidigitador Jean Valette-Penot (1710-1777). Tantas sorpresas divertidas que nos engañan con…

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