un documental a contracorriente sobre el “héroe discreto del impresionismo”

-

Ardiente defensor del impresionismo, Gustave Caillebotte fue eclipsado por sus renombrados pares, Manet, Monet y Renoir a la cabeza. Vuelve a la vida en una película de gran inventiva.

“Autorretrato con sombrero de paja” (detalle), 1873. Colección privada/Comité Caillebotte, París/France.tv

Por François Ekchajzer

Publicado el 1 de noviembre de 2024 a las 18:30 horas.

Leer en la aplicación

Ud.n siglo y medio después de la revolución impresionista, que sacudió a los defensores del academicismo y atrajo las burlas de la sociedad burguesa, las obras de Manet, Monet y Renoir no podrían ser hoy más consensuales, hasta el punto de adornar tazas, bufandas y bolsos. bolsas. ¿Cómo recordar la audacia de estos pintores en un documental que evoca a uno de los suyos? En particular, a través de elecciones de producción asertivas, de acuerdo con la personalidad de Gustave Caillebotte (1848-1894), de quien Lise Baron firma un retrato vigoroso.

Recorre la breve e intensa trayectoria de un artista y coleccionista, que defendió ardientemente su concepción de la modernidad. Al flujo de violines que cubren los lienzos impresionistas en muchas producciones dulces, ella prefirió la música con acentos electrónicos, incluso ruidosos, compuesta por Clémence Ducreux. Y lo dirigió la actriz Caroline Ferrus, quien dice el comentario, en el sentido de cierta rectitud.

Utilicé primeros planos, que transmiten la materialidad de la pintura.

Lise Barón, la directora

El mismo requisito se refleja en la imagen. “Mostrar pintura en televisión es complicado, reconoce al documentalista de Marguerite Duras, escritura y vida y de Michel Foucault, el filósofo y el pez dorado. Especialmente cuando el tacto es grueso y no se puede apreciar en pantalla como en un museo. Así que utilicé primeros planos, que transmiten esta materialidad, y me acerqué a las pinturas hasta que ya no pude identificar al sujeto figurado. » Esta forma de desrealización, que los impresionistas no habrían negado, se encuentra en el uso que hace de ciertos archivos cinematográficos. Como este plan tomado de Nueva Babiloniaficción soviética de 1929, para evocar la guerra de 1870: imagen mal definida de un grupo de soldados, a la que nos lleva el montaje de Aurélien Bonnet de modo que sólo podemos distinguir formas granuladas.

La película va más allá, al evocar la desintegración del movimiento que Caillebotte lamenta en un travelling en una calle de Dunkerque en 1913. Un archivo tan degradado que la luz lo atraviesa al cabo de unos segundos, dejándonos ya sin poder ver el de la película en descomposición. “Me gustan los archivos deteriorados, admite Lise Baron. Aquellos que a veces consideramos inservibles, pero que revelan su naturaleza orgánica. Al principio podemos ver a unos niños corriendo delante de la cámara y que parecen divertirse, como los jóvenes impresionistas. Podemos llegar a interpretar la imagen que se disuelve como una evocación de la visión de Caillebotte llorando ante esta alegría amenazada. »

Por el contrario, la mirada de Gustave, aislada por la cámara en su autorretrato con un sombrero de verano, brinda la oportunidad de evocar el idealismo del joven a través de comentarios. Y para demostrar que a los 24 años pintaba frenéticamente en la casa de Yerres adquirida por su padre, una fotografía de la casa cubierta poco a poco con toques de pintura tomados de sus cuadros sugiere la intensidad de su actividad. Las ideas de rodaje y montaje que abundan en este documental remiten, pues, al fermento creativo del impresionismo. Lise Baron llega incluso a eliminar imágenes haciendo zoom sobre una foto de Caillebotte, sentado en su escritorio, para privar al movimiento de su fluidez. Un gesto a contrapelo de tantas producciones académicas, diseñado para ser fluido, fácil de digerir y de olvidar.

r Gustave Caillebotte, héroe discreto del impresionismotransmitido el viernes 1 de noviembre a las 22:55 horas en France 5.

-

PREV Exposiciones para ver en noviembre en Lyon
NEXT Francia/Gran Este: Las luces de neón de Cerith Wyn Evans, “algo excepcional” que ver en Metz