Ésta es una afirmación que no se escucha muy a menudo. A diferencia de la mayoría de pilotos, Bearman cree que se siente más cómodo en un monoplaza de Fórmula 1 que en un monoplaza de Fórmula 2, aunque pasar de una categoría a otra requiere comprender y conocer muchos datos adicionales. El británico admite, sin embargo, que le resultó difícil. “Es definitivamente complicado. El estilo de conducción es bastante diferente entre los dos coches, lo que no me hace la vida más fácil: siempre estoy yendo y viniendo”. Explicó Bearman.
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Rápida aclimatación en la F1
Esta temporada, el integrante de la academia de jóvenes pilotos de Ferrari tuvo la oportunidad de subirse a un monoplaza de Fórmula 1 en 3 ocasiones. A pesar de una prueba difícil en Brasil, donde descubrió la F1 por primera vez en condiciones de lluvia, sus dos primeras experiencias fueron muy positivas. En Jeddah sustituyó de urgencia a Carlos Sainz, víctima de apendicitis. Después de una clasificación ya convincente, terminando en la undécima posición, Bearman había realizado una carrera notable. Una séptima plaza al final con varios adelantamientos y un final por delante de pilotos como Norris o Hamilton. Una actuación que no pasó desapercibida para Haas, que finalmente decidió ficharlo para 2025.
Si bien tuvo que esperar hasta el final de las pruebas de temporada para conducir el coche americano, le ofrecieron el volante de Magnussen en Bakú después de que este último recibiera una suspensión de Gran Premio. Por segunda vez acabó en los puntos con un décimo puesto, justo por delante de su compañero Nico Hülkenberg.
Una temporada de F2 por debajo de las expectativas
Sin embargo, su temporada en la Fórmula 2 es bastante diferente. Si bien era aspirante al título, Ollie Bearman está teniendo una campaña más que complicada con Prema. Con 50 puntos, está sólo decimoquinto en la clasificación, lejos de su compañero Kimi Antonelli, futuro piloto de Mercedes, y sólo suma una victoria, durante la carrera al sprint en Austria. Según él, sólo cuando se pone al volante de un coche de Fórmula 1 se siente realmente como un conductor. “Me siento un poco natural en la F1. Tiendo a encontrar mi ritmo un poco más rápido y siento mucha confianza cuando conduzco un coche de F1. »
“Siempre me siento como en casa cuando me subo a un coche de F1, lo cual es agradable. Y cada vez que me pongo al volante de un coche de F1, lo siento cada vez más. Es un buen sentimiento. » Un consuelo que espera reencontrar el año que viene al volante de Haas en la que será su primera temporada completa en la Fórmula 1.
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