Ejecutivo y capitán del Olympique de Marsella desde el inicio de la temporada, Leonardo Balerdi ha tenido una serie de decepciones. Como si el brazalete le hubiera condenado a redescubrir la ilusión de sus inicios.
Mucho más sólido y sereno, Leonardo Balerdi disputó 42 partidos de 52 en todas las competiciones la temporada pasada, un cambio radical de estatus al convertirlo en uno de los líderes de la plantilla. Con la baja de Chancel Mbemba, el ex del Dortmund recuperó lógicamente el brazalete de capitán durante la primera jornada en Brest. Con la llave al brazo, el argentino realizó un partido casi perfecto, además del éxito visitante por 5-1, ganó el 100% de sus duelos. Un encuentro que solo auguraba cosas buenas y sin embargo…
Un brazalete que le queda mal
Ser capitán suele ser una fuente de motivación para un jugador, pero a veces el brazalete puede ser una carga que añade presión adicional a quien lo lleva. Tras el éxito de Francis-Le Blé, aquel al que apodamos El Flacotuvo dificultades para confirmar. Peor aún, incluso tuvo una serie de encuentros y decepciones promedio. Ligeramente lesionado, se perdió dos partidos con el club de Marsella, contra Toulouse y Niza, antes de regresar contra Lyon para el Olímpico. Y vaya remontada fallida… en cinco minutos logró la hazaña de sacar dos tarjetas amarillas dejando a su club en 10 contra 11. Sin embargo, levantada la sanción, encontró su lugar como si nada y el rol de capitán. . Un papel que, sobre todo, parece ejercer una mala presión sobre el argentino, que vuelve a caer en sus errores. Menos sereno en la reanudación y menos mordaz en los duelos, encontramos al Balerdi de su debut en el OM. El último ejemplo, se perdió por completo su partido contra el PSG, marcando un gol de broma contra su equipo.
Esperado ante el Nantes, el de Villa Mercedes no tranquilizó, cayó en defensa y no fue ayudado por su compañero Kondogbia, la ineficacia de los canarios en los últimos metros permitió a su equipo ganar de todos modos.
Balerdi no se ayuda
Si bien el OM puso patas arriba a toda su plantilla en el último mercado de fichajes, algunos jugadores, como el internacional argentino, se han quedado con los favores de la dirección y del nuevo entrenador. Los marselleses se reforzaron en el centro pero dejaron las llaves al jugador que llegó en el verano de 2020. Si su asociación con el novato Derek Cornellius parecía estar dando frutos, la pareja en defensa ha evolucionado mucho. Como prueba, desde el inicio de la temporada, en diez partidos, el OM no ha jugado más de dos seguidos con la misma bisagra central. Alternando entre Cornellius, Brassier y Kondogbia.
“Cuando jugamos en pareja, tenemos varias opciones, Brassier se siente mejor, Cornelius, podrían haber jugado, pero Kondogbia puede tener esa noción de controlar el juego. Todos los defensores deben contribuir con nosotros, porque el juego comienza desde ellos. Brassier está volviendo a su nivel, tuvo problemas físicos y necesita aclimatarse, fue titular al inicio de temporada. El defensor debe comandar el juego, controlar el balón, no quiero esperar y jugar al contraataque”. explicó De Zerbi en rueda de prensa antes de enfrentarse al Auxerre. En cualquier caso, jugar con un Kondogbia que no está en su posición y perder impulso a su lado y no encontrar nunca la misma pareja no ayuda al jugador formado en Boca Junior al que le falta dirección.
Como OM, Balerdi enfermo en el Vélodrome
“Necesitamos más resultados, más personalidad, más coraje, más determinación en el Vélodrome” observó el técnico del Marsella tras el éxito en Nantes. Si el Marsella es segundo en la Ligue 1 con 20 puntos, en su guarida sólo ha sumado cinco puntos de doce posibles. Ante un Auxerre en pleno apogeo que no tiene nada que perder, los focenses tendrán que mostrar mucha más serenidad. Hablamos de la presión del brazalete, pero también de la de jugar ante un estadio lleno. En la única victoria del OM en casa esta temporada contra el Niza (2-0), Balerdi no jugó ni un solo minuto. ¿Coincidencia? En cualquier caso, Balerdi se perdió por completo su último partido en el Vélodrome, contra el PSG. Ante el Auxerre, Roberto De Zerbi debería, salvo sorpresas, devolver al centro la dupla Balerdi-Kodogbia con el brazalete de capitán del jugador albiceleste.