Edward Pettifer perdió la vida en el ataque islamista que azotó Nueva Orleans la víspera de Año Nuevo. El británico, de 31 años, no era otro que el hijastro de “Tiggy”, emblemática institutriz de Carlos III y “madre sustituta” de William y Harry.
Su rostro, su nombre, su huella dentro de la Corona resurgen tristemente en este nuevo año que comienza. La víspera de Año Nuevo, Edward Pettifer, hijastro de Tiggy Legge-Bourke, perdió la vida en el ataque islamista en Nueva Orleans. El británico de 31 años tenía vínculos particularmente estrechos con la familia real, ya que su suegra no era otra que la ex institutriz de William y Harry. La rival de fantasía de Lady Di en ese momento, los medios de comunicación la apodaban a menudo como la “segunda madre” de los hijos principescos. Discreta pero esencial, Tiggy Legge-Bourke dejó una huella imborrable en su educación. Una mirada retrospectiva al viaje de esta mujer sombría, cuyo papel dentro de la monarquía moderna es inestimable.
Una infancia en el corazón de la aristocracia británica
Nacida en 1965 en Gran Bretaña, en el seno de una familia aristocrática, Alexandra “Tiggy” Legge-Bourke creció en Gales. Su padre, William Legge-Bourke (fallecido en 2009), era un ex oficial del ejército británico y cercano a los Windsor. Por su parte, la joven comenzó a estudiar para ser maestra y obtuvo un puesto en un colegio privado. Sin embargo, en 1993, en el momento de la tumultuosa separación entre Carlos III –que entonces era Príncipe de Gales– y su esposa Lady Diana, este último partió en busca de una niñera para sus dos hijos. Su elección recae en la hija de su amigo William, una rubia alta, de ojos claros, de figura tranquilizadora y maternal.
“Tiggy” Legge-Bourke es contratada como asistente personal y niñera de Charles. Conocida por su personalidad alegre y su pragmatismo, la joven, que entonces tenía 29 años, tenía la misión de ofrecer estabilidad a William y Harry y asegurar su desarrollo. Pronto, se destacó claramente de sus predecesoras y otras ex institutrices por su enfoque menos formal de la educación. Probablemente debido a su corta edad, a Tiggy le gusta salir, disfrutar de la naturaleza y llevar a “sus hijos”, como a ella le gusta llamarlos, a escapadas al campo, lejos de las limitaciones de la vida real.
Ante este trío y su gran complicidad, rápidamente surgieron rumores sobre un conflicto entre ella y la madre de los dos niños, la princesa Diana. Varios tabloides de la época informaron de tensiones exacerbadas por rumores (infundados) sobre una relación entre la institutriz y el príncipe Carlos. Estas acusaciones se producirán en particular después de la impactante entrevista de Lady Diana realizada por Martin Bashir para la BBC, donde afirmó que Tiggy había quedado embarazada de su exmarido y había abortado. Comentarios infundados que mancharán la reputación del periodista. Aunque la policía nunca le preocupó, Tiggy recibirá en 2021 –veintiséis años después– una compensación de más de 100.000 libras (unos 116.000 euros) de la BBC.
Apoyo discreto pero constante
A pesar de las controversias, Tiggy permaneció en el palacio británico hasta 1999, dejando su cargo cuando William tenía 17 años y su hermano 15. Muy discreta desde su partida, Tiggy se casó ese mismo año con Charles Pettifer, un ex oficial del ejército británico. Este último era el padre de Edward, de su unión con Camilla Wyatt, quien perdió la vida en el ataque islamista en Nueva Orleans la noche del 31 de diciembre al 1 de enero de 2025. Según información de Hola revistaCarlos III habría telefoneado a la mujer que había compartido su vida cotidiana durante muchos años, diciéndole que estaba “muy entristecido” por esta trágica noticia.