Si bien los ostricultores obtienen la mitad de su facturación anual antes de Navidad, también están especialmente expuestos a los robos.
Una observación que empuja al prefecto de Gironda a renovar el sistema de seguimiento de los criaderos de ostras en la cuenca de Arcachon.
Ya desplegados en el mar y en tierra, los gendarmes son capaces de detectar desde el aire hasta el barco más pequeño.
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LE NOS 20H
Protegen el tesoro de la cuenca de Arcachon. Como las ostras son especialmente codiciadas durante las vacaciones, el riesgo de robo es mayor. “Miraremos si todavía hay barcos presentes, para posiblemente discernir si son ostricultores u otras personas que no tienen nada que hacer allí”declara uno de los gendarmes que vigila desde el aire los 3.000 parques de la cuenca. “Al mismo tiempo avisamos a la brigada náutica que cuenta con una embarcación para revisarlos”continúa en el informe que encabeza este artículo.
Cuando sucede en el último momento, es complicado reiniciar la producción.
Laurent Bidart, ostricultor
Mayor vigilancia que ayuda a disuadir a la mayoría de los ladrones. Laurent Bidart, criador de ostras desde hace 35 años, ya ha sufrido un robo que le ha causado una pérdida de 15.000 euros. Cada año teme volver a vivir la misma situación en diciembre, período durante el cual alcanza la mitad de su facturación anual. “Cuando sufrimos un robo de ostras, quedan tres años de producción en el aire. El problema está ahí. Cuando ocurre en el último momento, es complicado reiniciar la producción o volver a realizar el pedido”.se lamenta.
Para combatir el robo, los ostricultores también pueden contar con el trabajo de la brigada náutica. Cada mañana para el barco más pequeño en la cuenca de Arcachon. “Revisaremos el barco, veremos cuántos profesionales hay a bordo, observaremos su mercancía, tomaremos contacto con él”indica el comandante Jérôme Goussard. “Es un cheque, pero también es una oportunidad para obtener información útil”especifica el gendarme.
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“Es como en la carretera. Si no hay radares, todo el mundo conduce rápido. Allí, si no hay vigilancia, hay robos”reacciona otro criador de ostras en el informe anterior. Hace unos años le robaron 800 kg de mercancías. “El trabajo que hace la policía es perfecto”admite.
Según la brigada, los ladrones son esencialmente profesionales del sector. “Cuando hablamos de robos de varias toneladas de ostras, hay que conocer el lugar y robar ostras que se puedan vender inmediatamente. Se trata, pues, de robos premeditados”. señala Jérôme Goussard. Hace dos años, este método les permitió encontrar el rastro de un criador de ostras responsable de un gran robo y recuperar varios centenares de kilos de ostras robadas.