¿Tendría la generación más joven algún problema de ambición?
Según una encuesta reciente, uno de cada dos empleados jóvenes rechaza la idea de asumir un puesto directivo: a esto se le llama “unbossing consciente”.
En ¡Hola! La Matinale TF1, Benjamin Muller explica por qué la Generación Z prefiere la rutina y la banalidad a las responsabilidades.
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Hubo un tiempo en el que conseguir el puesto de directivo era sinónimo de éxito profesional. Más que un objetivo, fue el Santo Grial para los jóvenes que se iniciaban en el mercado laboral. Hoy en día, tener un puesto de responsabilidad ya no parece ser un objetivo a alcanzar para la Generación Z. Al contrario, la nueva generación favorece el desarrollo personal, el bienestar y una rutina de trabajo sin estrés. A esto se le llama “desmando consciente”. Benjamin Muller nos explica de qué se trata en ¡Hola! La Matinale en TF1.
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¿Lidiar con los problemas? ¡Muy poco para la Generación Z!
¿Responsabilidad, estrés, presión profesional y gestión de conflictos? Muy poco para la generación más joven. Según un estudio realizado por la empresa de contratación Robert Walters en septiembre de 2024, uno de cada dos empleados jóvenes, menores de 30 años, no quiere un puesto de responsabilidad. Además, el 16% de los encuestados rechaza cualquier trabajo que implique la gestión de subordinados directos. Convertirse en jefe o directivo suele ser sinónimo de sacrificio, estrés y afrontar todo tipo de problemas. Sin embargo, los jóvenes de la Generación Z aspiran a un estilo de vida profesional más “mundano” y rutinario.
En las redes sociales son numerosos los vídeos que celebran esta vida “colchón”. Muchos usuarios de TikTok no dudan en filmarse en la oficina en sus formas más rutinarias: la pausa para el café, la pausa para el almuerzo, las comidas recalentadas en el microondas. En definitiva, normalidad. Fue el texano Connor Hubbard quien lanzó el movimiento “Normalizar la norma” al compartir su vida diaria en Instagram. Vídeos repetitivos sin mucho interés y que sin embargo son populares, porque se describen como “profundamente calmante” por sus suscriptores.
Equilibrio vida personal/profesional sobre todo
Por lo tanto, la Generación Z parece preferir el modelo de vida del “Show de Truman” al de “El lobo de Wall Street”. Para estos jóvenes la relación con el trabajo ha cambiado y favorecen el equilibrio entre la vida personal y profesional. Para ellos, el rol de gerente o director se percibe como demasiado intrusivo, exigente, estresante y no encaja con sus aspiraciones personales.
Sin duda, la crisis del Covid tiene algo que ver. Los confinamientos han cambiado nuestra relación con el mundo laboral y el tiempo dedicado al trabajo. No sorprende ver que la Generación Z favorece el teletrabajo, los horarios flexibles y un entorno de trabajo colaborativo. Ciertamente, la noción de placer en el trabajo y de ambición profesional todavía existe entre ciertos jóvenes. Pero la Generación Z cree que trabajar muchas horas no garantiza un ascenso, sino que enriquece a los jefes. Y como no tienen ninguna posibilidad, también podrían preferir la rutina.