Tras enfrentarse a un virus desconocido y a una inundación, los cuidadores de la serie Hipócrates no están al final de su sentencia. La nueva temporada se estrena fuera del hospital de Poincaré: Alyson (Alice Belaïdi), que ahora trabaja en SOS Médicos, es llamada a una ciudad sensible y se ve atacada por los familiares de un joven drogadicto, ulcerado por haber esperado ayuda durante seis horas. . La huelga, iniciada inmediatamente por los compañeros de Alyson, constituye el grano de arena que se apodera del aparato hospitalario, ante una afluencia de pacientes sin precedentes en pleno verano.
Este primer episodio, oscuro y nervioso, marca la pauta para una temporada que no perdona al espectador. El autor y director Thomas Lilti no pierde la dirección que se ha marcado desde el lanzamiento de la serie en 2018: llamar la atención sobre la fragilidad del hospital público, sobre el sufrimiento de los cuidadores ante la escasez crónica de medios. Cierre de camas, falta de personal en los servicios, el verano es un período particularmente crítico y los médicos de urgencias se ven obligados a clasificar a los pacientes y practicar la medicina rápidamente, a riesgo de perderse un caso grave.
Más incisivo que nunca
Chloé (Louise Bourgoin) encuentra entonces un plan B: reabrir clandestinamente un ala en desuso del hospital para albergar a pacientes que no pueden ser enviados decentemente a casa. ¿Puede realmente funcionar este sistema paralelo, fuera de cualquier marco legal? Respuesta al final de los seis episodios que mezclan numerosos temas de actualidad: cansancio de los padres de jóvenes psicóticos, maltrato a los ancianos…
Thomas Lilti también inyecta una dosis de humor a la serie, más incisiva que nunca, con la presencia de un equipo de filmación, que prestará material médico al improvisado hospital de Chloé. Una puesta en abismo tomada de la realidad: durante la pandemia de Covid, la producción proporcionó máscaras, batas, soportes para sueros, etc., a cuidadores “reales” que los carecían muchísimo.
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